Frente al Mediterráneo, en pleno paseo marítimo, el Hotel Amàre contempla a Marbella a sus pies desde las habitaciones de los pisos más elevados. Solo para adultos y de estética minimalista, donde impera el blanco impoluto, sus estancias son amplias, luminosas e inmaculadas, desde cuya ducha se puede ver el mar.
Con una ubicación privilegiada frente al Mediterráneo y al lado del coqueto casco histórico de Marbella, ofrece gimnasio y un buen spa con tratamientos de Germaine de Capuccini, una amplia y cuidada área de piscina y beach club -amenizado por un DJ y desfile de modelos de la marca Queens of queens Marbella-, chiringuito en la playa y el Beluve Rooftop Bar de la azotea para ver morir el día tomando un cóctel.
El bufé del desayuno es muy variado y de calidad. El servicio profesional y muy atento.