El Consejo de Gobierno ha aprobado este jueves el Plan de Residuos de Castilla y León que integra en un único documento la prevención, la gestión de los residuos y el desarrollo sostenible, económico y social conforme a los criterios de la Unión Europea.
El plan prioriza la prevención desde la fabricación, la reutilización y la gestión de residuos como una responsabilidad de todos. La Junta de Castilla y León pretende fomentar una política de residuos orientada al ciclo de la vida del producto desde su fabricación hasta su rechazo o reutilización primando esta última.
Criterios
El plan fija criterios de ubicación y no establece un período concreto de vigencia dando estabilidad al sector y facilitando su actividad. El sector de los residuos genera 10.000 empleos y aporta el 2 % al PIB de Castilla y León.
Los objetivos estratégicos son la prevención, como eje central de la política autonómica en materia de residuos, el impulso de los efectos positivos de índole social y económica, el aprovechamiento de los residuos generados minimizando el vertido de los restos y la incorporación de la I+D+i en la gestión de residuos para favorecer el desarrollo sostenible en la lucha contra el cambio climático.
El plan pretende mantener la tasa de recogida de residuos domésticos en una cantidad inferior a 470 kilos/habitante/año, y reducir la cantidad de rechazo del tratamiento de este tipo de residuos enviados a vertederos un 10% en 2020. En términos generales, se pretende una disminución en un 10% de la cantidad de residuos global en 2020.
Castilla y León Económica