La actividad en Brasil sigue siendo débil, la inflación por encima del objetivo fijado y las tasas de interés se encuentran entre las más altas del mundo. Varios índices muestran que la confianza en Brasil sigue siendo baja, mientras que el ya bajo ratio de inversión se sigue deteriorando.
En este contexto, a los expertos de Coface no les sorprende que el número de empresas que se declararon en procesos de reestructuración bajo supervisión judicial haya crecido significativamente en los últimos años. En 2012, cuando la industria se contrajo en un 0,8%, hubo un aumento del 49,5% en el número de empresas que solicitaron este procedimiento.
Durante 2013 este proceso aumentó en otro 17,2%, mientras que los datos acumulados anualmente hasta abril de 2014 muestran un descenso del 11,5%. Aunque es todavía muy pronto para considerar un repunte y dado la debilidad de los indicadores económicos Coface espera un escenario relativamente pesimista para las empresas.
En un acumulado de 12 meses hasta abril de 2014 se observó un aumento del 3,1% frente al periodo inmediatamente anterior.
Sectores más afectados
La industria alimentaria es la más afectada, con un aumento del 46%. La razón principal para este aumento en las insolvencias es el hecho de que las empresas todavía siguen utilizando este procedimiento como alternativa a los desequilibrios financieros.
La industria del textil y la confección, que se ha enfrentado a dificultades debido a la creciente presión de los productos importados, aumentó un 7%
El sector de los servicios, responsable del 59% de la actividad brasileña, registró un leve aumento del 2% y no se espera que las insolvencias disminuyan a corto plazo.
Panorama poco alentador
Las cifras del primer semestre de 2014, según indica Coface, no dan señales de que exista ningún signo de recuperación, ya que el PIB ha caído en territorio negativo. La actividad no está ganando impulso y en 2014 solo se espera que aumente en un 0,4%. Hay que reconocer que se prevé un ligero repunte en el crecimiento en 2015, pero su nivel seguirá muy por debajo de su media a largo plazo.
“Independientemente de quien gane las elecciones presidenciales del próximo 2 de noviembre, el 2015 estará marcado por una serie de ajustes en la economía en relación a los precios. Los tipos de interés podrían aumentar de nuevo para compensar una mayor presión inflacionaria, resultante de las fluctuaciones de los precios del petróleo y las tarifas energéticas. La infraestructura del país necesita recuperarse en 2015 con el fin de aumentar la actividad a medio plazo, mientras que la economía seguramente siga creciendo a un ritmo lento”, concluye Patricia Krause Economista de Coface para la región de Latinoamérica.
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