La Facultad de Comercio de la Universidad de Valladolid (UVA) entregó este jueves los premios de la 38ª edición del Certamen Empresario del Año en una ceremonia en la que se puso en valor tanto la labor de emprendimiento como los proyectos que hay detrás de este acto de “valentía”. Un gesto, el de emprender, “que cada vez es más de locos”, que todos y cada de los distinguidos con los Mercurios de Comercio compartieron tanto con sus respectivos equipos, “fundamentales” en el devenir de las empresas, como con las familias, que “tantos sacrificios han tenido que hacer”, según la opinión unánime de los laureados.
Comercio celebra así una nueva edición de unos premios que ya cuentan con “solera e historia” (nacieron en 1984), según destacó José Antonio Salvador Insúa, decano de la Facultad. Unas distinciones que “son posibles” gracias a las autoridades, que les dan lustro, patrocinadores y empresas, las cuales se someten a un proceso de inscripción, “que no es fácil”, a la posterior decisión de un jurado con 38 votos, entre patrocinadores, autoridades, antiguos premiados, organización y prensa.
Por ello, Salvador Insúa agradeció a todas las firmas distinguidas por vincular su nombre y prestigio al palmarés del Certamen, circunstancia que a su juicio favorece que el premio “sea cada vez más grande”, teniendo la particularidad, además, de que se entrega desde una institución pública a entidades privadas.
Actividades
El Certamen Empresario del Año organiza diversas actividades una vez conocido el fallo del jurado. Una de ellas es un encuentro entre los premiados y otra, y “de mucho interés” que consistente en una ponencia con los alumnos de la Facultad, que este año ha sido “muy especial” pues se ha puesto de manifiesto la pasión del emprendedor y la importancia de un buen equipo de trabajo, “rompiendo estereotipos en la relación empresario-trabajador”.
Finalmente, el decano, en la línea de los invitados, ha querido agradecer a todas las personas que hacen posible el Certamen, desde el “increíble trabajo de los alumnos, la intendencia, gestión y organización y las labores de comunicación hasta llegar a las 3 almas del mismo, las profesoras Marta Ingelmo, Amor Cumbrera y Begoña Acebes”.
Por su parte, Helena Villarejo Galende, secretaria general de la UVA, significó el valor de estos premios, que distinguen “a unos pocos que son ariete y símbolo de muchos”, en referencia al palmarés de la presente edición, al tiempo que subrayó la valentía, la excelencia y el liderazgo de los distinguidos.
Otro de los puntos que destacó la secretaria general durante su intervención fue la trayectoria de los premiados, un bagaje medido “no sólo en su éxito” también en valores que la universidad comparte, tales como el esfuerzo, la dedicación la diplomacia y el trabajo “bien hecho”. Asimismo, reivindicó el papel de la UVA y su apoyo a la empresa, con más de 2.000 convenios con distintas mercantiles, cátedras de investigación y todos los esfuerzos de la institución destinados a la investigación y el desarrollo. Por ello, considera que la comunión entre el saber de la universidad y el hacer empresarial constituye una herramienta que “ayuda a mejorar la sociedad”.
Ejemplaridad de los premiados
Finalmente, Villarejo Galende ha incidido en la ejemplaridad de los premiados, tanto para los alumnos que quieran emprender como para otras firmas y en la “gran combinación” universidad-empresa en pos de una mejor sociedad y en el proceso.
Durante la 38ª gala del Certamen Empresario del Año la organización ha querido rendir un “sincero y merecido” homenaje a Ignacio Castillote, director de El Corte Inglés en Castilla y León y Cantabria, por su apoyo hace 12 años a Comercio, cuando dispuso de todos los medios del sello al servicio de la facultad para su promoción. “Comercio guarda un espacio muy espacial a Ignacio”, aseguró el decano después de insistir en que Castillote creyó y apostó por el proyecto docente por lo que dispuso de todo el poder de convocatoria de El Corte Inglés para que pudiera presentarse en sociedad con ciertas garantías y así captar alumnos. “Y desde entonces, siempre ha estado a nuestro lado”, recordó el decano.
Otro apartado especial recayó en el premiado en tercer Sector, Asprona Valladolid, una entidad con una “labor formidable y que, de no existir, habría que inventarla”, exclamó el propio decano antes de mencionar a la mercantil Bosque Rojo, encabezada por Beatriz Gutierrez, Carmen Montero e Isabel Monje, ganadoras del premio Creación de Empresas de la UVA y “un proyecto fantástico” nacido en el seno de la Facultad.
La gala contó con Mariano Veganzones, consejero de Industria, Comercio y Empleo de la Junta; Víctor Alonso Monje, vicepresidente de la Diputación de Valladolid; Charo Chávez, concejal de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio del Ayuntamiento de Valladolid; y María Pettit y Blanca Ares González, directoras de Comercio y Universidades e Investigación de la Junta, respectivamente, entre otros.
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