No sé a ustedes, pero a mí el tiempo se me escurre entre los dedos. Cuando publicamos allá a mediados de 1996 el primer número de Castilla y León Económica, nuestra moneda era la peseta, enviábamos los documentos por fax, Internet apenas era utilizado, en EE UU se estaban dando los primeros y tímidos pasos de algo que luego se llamó redes sociales y los escasos teléfonos móviles operativos parecían diseñados -por forma, volumen y peso- para levantar tabiques. Esa escena es de hace sólo 20 años, cuando nuestra comunidad autónoma estaba en el grupo de las regiones Objetivo 1 de la UE al registrar un PIB per cápita inferior al 75% de la media comunitaria.
En aquella época, España estaba saliendo de una crisis, la surgida en 1992 tras los fastos de la Expo y de las Olimpíadas, ignorantes de que el peor crack estaba por llegar en 2007, sobre todo para sectores como el nuestro, en el que desde esa fecha han cerrado más de 375 medios entre diarios, revistas, televisiones, periódicos digitales y agencias.
En esos años hemos sido testigos, y así lo hemos reflejado, de cómo han caído empresas que parecían imbatibles, cómo han surgido de la nada grandes compañías, cómo casi han desaparecido sectores (inmobiliario, minería), cómo se han consolidado actividades en las que Castilla y León es una potencia (automoción, agroalimentación y turismo de interior), cómo se han evaporado las cajas de ahorro, cómo el paro ha alcanzado cotas insoportables para una sociedad que se define como desarrollada, cómo hemos vuelto a exportar mano de obra y cerebros en un éxodo que nos retrotrae a estampas en blanco y negro, cómo el mapa regional se ha ido llenando de autovías y líneas del AVE y hasta cómo un partido hegemónico llegaba a perder la mayoría absoluta -aunque no el Gobierno autonómico- por primera vez desde 1987.
Estas dos décadas han introducido la incertidumbre, a la que nuestra generación no estaba acostumbrada después de años de desarrollo estable salvo pequeñas recesiones, y la mayor velocidad de los cambios. Hoy, quien no tenga claro estos dos conceptos, está sentenciado al fracaso. Trabajadores, directivos y empresarios se mueven en unos entornos tan dinámicos que no hay que dar nada por seguro; las antiguas zonas de confort se difuminan de las páginas en blanco que a cada uno le toca escribir con su vida.
Pero a la vez, nos encontramos en una época más apasionante, más sorprendente, que sólo se puede afrontar con la mente abierta porque estamos en un período abonado a las oportunidades para quienes las sepan aprovechar. De nada sirve negar la realidad e instalarse en actitudes plañideras.
Nuevos productos
Pese a esta complicada coyuntura, Castilla y León Económica no se ha puesto de perfil y publicamos pioneros y exclusivos productos (Ranking de las 5.000 Mayores Empresas, Quién es Quién, Guía Empresarial, Guía de Empresas Exportadoras y Sondeo Empresarial, entre otros); abordamos la información en Internet y redes sociales; desarrollamos una nueva línea de actividad con la organización de eventos (con un total de 19 actos en 2015 a los que asistieron más de 4.000 personas); creamos galardones para poner en valor a los verdaderos protagonistas de la economía real (Premios Castilla y León Económica, Premios al Mejor Directivo, Premios Competitividad Digital y Premios Semilla Empresarial); constituimos el Foro Guadarrama como punto de encuentro entre empresarios y directivos de nuestra región y Madrid, con un consejo asesor de lujo por el prestigio de sus miembros; y diseñamos el Ecosistema Castilla y León Económica para facilitar los negocios entre las empresas, según resalta su eslogan.
Como con gran acierto apunta el filósofo Emilio Lledró en unos memorables versos: “Lo que pasó ya falta, lo futuro/ aún no se vive, lo que está presente / no está, porque es su esencia el movimiento. / Lo que se ignora es sólo lo seguro, / este mundo, república de viento, / que tiene por monarca un accidente”. El reto es afrontar con pasión las fuertes y cambiantes ventiscas de esta parte de la Historia en la que nos toca vivir. En ello estamos.
Que razón tienes como tantas veces Alberto.
muchas gracias
Hola Jesús, muchas gracias por tu comentario. Un abrazo.
“El reto es afrontar con pasión las fuertes y cambiantes ventiscas de esta parte de la Historia en la que nos toca vivir” Cuánta razón Alberto. Hoy más que nunca con la salida de Reino Unido votada escasamente a unas horas… Las bolsas están diciendo, ahora, en tiempo real, que es una fuerte amenaza… ¿Quizá el tiempo marcará esta salida como una oportunidad y como el punto de inflexión para avanzar hacia una Europa con una política fiscal común? El futuro aun no se vive 😉