Hace unos días, un empresario regional me comentaba que estaba organizando un congreso internacional con presencia en Valladolid y que para trasladar a sus participantes desde Madrid a la capital del Pisuerga iba a utilizar el AVE, “porque es una infraestructura por la que tenemos que sentirnos orgullosos”.
Y hace un mes y medio en la fila de la ventanilla para pagar el parking de la estación de Renfe de Valladolid (transporte que uso con frecuencia) oí a un francés reirse del aspecto decimonónico del garaje que forma parte de las dependencias de la estación y quejarse de la máquina expendedora del tiquet del parking estropeada, lo que obligaba a los usuarios a formar aquella cola en busca de la tarjeta para luego poder pagar el servicio, que aunque no era acorde con los tiempos que corren, sí era cobrado al precio actual.
En aquel momento me pareció que el francés exageraba y que se cebaba en la anécdota para despreciar un transporte de calidad.
Ahora, sin embargo, mi opinión se acerca a la suya tras haber cancelado varias frecuencias y brillar por su ausencia los servicios propiamente de AVE; y porque además sigo teniendo que ir a la cola de la ventanilla a buscar el tiquet de aparcamiento (incluso cuando voy con el tiempo justo), que además no me permiten pagar con tarjeta de crédito porque sólo admite efectivo.
Responsabilidad de la subcontrata
Harta de esta situación, el otro día pregunté al empleado que entregaba los tiquets si no pensaban arreglar la máquina expendedora tras mes y medio rota y me contestó: “eso no es un tema nuestro, es responsabilidad de la subcontrata”.
Yo le espeté: “sin embargo, lo que percibe el usuario es que el servicio que presta Renfe es deficiente y sobre todo la desidia en solucionarlo”. Y así estamos, con un transporte del siglo XXI atendido por un servicio del siglo XIX.
Como siempre la culpa es “del otro”; realmente el francés tenía razón sobre el parking, su aspecto no anima a dejar tu vehículo allí.
Absolutamente de acuerdo, Juan Manuel. Muchas gracias por participar en este blog.
Un saludo.