TalentÁrea señala que, según el informe Global Leadership Forecast, sólo el 29% de las empresas ofrece formación estructurada en liderazgo a sus directivos y mandos intermedios. Para esta esta compañía leonesa de recursos humanos, esta carencia tiene un impacto directo en la retención de talento, ya que las empresas que invierten en liderazgo fidelizan hasta 3 veces más empleados que aquellas que no lo hacen.
“En un contexto donde el 54% de las compañías ha visto aumentar su rotación en el último año, la falta de líderes preparados es un factor determinante en la fuga de talento”, apunta Daniel Pérez, fundador de TalentÁrea.
Rotación de empleados
Según este mismo estudio, el 54% de las empresas ha visto aumentar su rotación de empleados en el último año, y sólo el 40% de los trabajadores considera que su empresa tiene líderes de calidad. En muchos casos, la falta de confianza en los superiores influye en la decisión de cambiar de empleo.
“Y pese a todo esto, en gran parte de las empresas la tendencia sigue siendo apostar por píldoras formativas de uno o dos días. Las formaciones exprés en liderazgo generan inspiración momentánea, y, aunque en algunos casos puedan tener cierto sentido, pocas dejan huella en la empresa. En nuestra experiencia, vemos cómo sin seguimiento ni aplicación real, el aprendizaje se acaba diluyendo en semanas”, señala el fundador de TalentÁrea.
Liderazgo estable
Desde TalentÁrea subrayan que a medida que las empresas buscan consolidar un modelo de liderazgo estable, surge la necesidad de una formación que no sólo impacte a nivel individual, sino que se integre en la cultura de la organización. Los programas más estructurados, con módulos progresivos y herramientas de medición del impacto ya están empezando a posicionarse como la alternativa más popular para garantizar un cambio real y duradero.
Ante este escenario, las compañías especialistas en formación para líderes empiezan a desarrollar modelos formativos diseñados para que sus resultados se vean en el largo plazo, impregnándose en el ADN de las compañías.
“Empiezan a verse programas como Escuela de Líderes, de TalentÁrea, que combinan formación modular, tutorías individuales y seguimiento práctico, pretendiendo que los managers no solo adquieran conocimientos, sino que sean capaces de aplicarlos con acompañamiento. Además, la metodología incorpora herramientas como Leaderbook y people analytics para medir el impacto en el negocio y la retención de talento”, comenta Pérez, quien añade: “en un mercado laboral marcado por el aumento de la rotación, la formación en liderazgo se perfila como un elemento clave para la fidelización del talento. Con modelos estructurados y herramientas de medición, las empresas pueden evaluar su impacto y ajustar sus estrategias para fortalecer su liderazgo interno y mejorar la estabilidad de sus equipos”.
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