Como estamos muy entretenidos sobre el estado civil de la futura pregonera de la Semana Santa de Valladolid, ha pasado desapercibida la noticia de que desde 2008, año en que estalló la crisis en España aunque en algunos sectores se inició a mediados del anterior ejercicio, más de 23.000 trabajadores de Castilla y León abandonaron la región para buscar un empleo en el extranjero. Es decir, nuestra tierra también tiene superávit en la balanza comercial de exportación de cerebros, ahí es nada. Según informa Adecco, tenemos 120.568 castellanos y leoneses buscándose la vida en otros países, lo que representa casi el ¡5% de la población! Siempre huyo de las exclamaciones, porque, como dice Umberto Eco, los lectores son suficientemente inteligentes como para distinguir la importancia de una frase, pero ¡es que no me he podido resistir! Otra lectura de esta fuga de fuerza laboral: los trabajadores de la región en el extranjero representan el ¡12,5%! de nuestra población ocupada.
¿Y quiénes se van? Pues la conocida como la generación mejor formada de nuestra historia, en la que hemos invertido miles de euros para que tengan una óptima cualificación. A eso se le llama descapitalización de talentos. Además, cogen las maletas los más dinámicos, inquietos y ambiciosos, los que tienen ganas de triunfar en su profesión. En una reciente conversación con un empresario de la construcción, me reconocía que los mejores ingenieros se estaban marchando de España para poder acometer proyectos de envergadura, como puentes y grandes infraestructuras, porque no querían malgastar su duros años de estudio para terminar dirigiendo las obras para parchear una carretera comarcal. Y eso mismo está ocurriendo con arquitectos, ejecutivos e ingenieros especializados en otras disciplinas. En un país encadenado a una recesión que se prolongará durante 2012, el Banco de España dixit, y con la inversión pública congelada para reducir el brutal déficit, es muy difícil que los mejores profesionales encuentren proyectos atractivos. Por eso también se van; y claro, la mayor parte para tener una nómina en un país que no sólo no generará empleo en este ejercicio, sino que destruirá otros 400.000 puestos de trabajo, de forma que el paro llegará al 23,4% de la población activa, según la citada institución. Para 2013, el regulador prevé un ligero crecimiento de la economía de dos décimas, lo que quiere decir que tampoco se creará empleo neto pues para ello es necesario un alza de al menos dos puntos.
Avalancha de currículums
Como reflejo del drama del paro, el empresario Alfonso Bayón comenta sorprendido en Twitter (@alfonsobayon) la avalancha de currículums que llega a su empresa: más de mil al año, y eso que se trata de una pyme vallisoletana. Comento la noticia con algunos responsables de Recursos Humanos de otras empresas y me confirman que sus departamentos están inundados de solicitudes para trabajar.
Mientras tanto, las universidades de Castilla y León siguen abarrotadas de universitarios, muchos de los cuales exportaremos porque tendrán muy complicado acceder al mercado laboral y los que encuentren un empleo tienen muchas posibilidades de que no corresponda a su cualificación académica. Según un estudio de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CyD), casi el 40% de los licenciados de Castilla y León acceden a un puesto de trabajo de menor categoría para el que se prepararon.
Cuando el PSOE criticaba a la Junta de Castilla y León porque cada año cientos de jóvenes se iban a trabajar al extranjero, la verdad es que la denuncia me parecía una patochada, porque es mejor que esos licenciados mejoren su cualificación en otros países, aprendan idiomas y conozcan nuevas culturas. Así serán mejores profesionales en el momento de volver a su tierra natal. El drama es que ahora su patria chica apenas puede ofrecerles un empleo y mucho menos acorde a su cualificación, con lo que se mantendrá la descapitalización de talento, de la que no andamos precisamente sobrados.
La verdad es que este tema se está poniendo de moda, en los últimos días estoy leyendo muchas noticias sobre el tema y la verdad es que me alegra que estemos tomando conciencia del problema, que tiene dimensión económica pero también social.
Quería comentar que estoy de acuerdo con casi todo lo que expresas aquí excepto en un aspecto fundamental. La “exportación masiva y forzosa” de materia gris es un fenómeno que no ha comenzado con la crisis, viene de mucho más atrás, lo cual hace que el problema deje de ser coyuntural para ser estructural (por lo tanto el problema es todavía peor). Como ejemplo puedo aportar las cifras de emigración en la ciudad de Valladolid. Los años con mayor cifra de emigrantes (en su mayor parte jóvenes) fueron 2005 y 2006.
Sobre este tema desarrollamos un estudio analizando causas y consecuencias en el blog en el que escribo, hemos publicado varias entradas sobre este tema y aún quedan otras. Si alguien quiere pasarse la dirección http://www.investigacionesyestudios.com/blog/
Un saludo
Hola Rubén:
Gracias por tus acertadas aportaciones al post y enhorabuena por la calidad de tu blog. Animo a los internautas interesados en estas materias a que se conecten a esa web.
Saludos.