El sector vitivinícola es uno de los pilares de la economía de Castilla y León, con una facturación que supera los 1.000 millones, contribuye al 3,1% del PIB regional y ayuda a mantener un 3,8% del empleo (alrededor de 33.000 trabajadores, entre empleos directos e indirectos), la mayoría en el medio rural y dedicados a un negocio con arraigo sin posibilidad de deslocalización.
82.000 hectáreas
En Castilla y León existen unas 82.000 hectáreas de viñedo (segunda posición a nivel nacional, después de Castilla-La Mancha) y unos 14.000 viticultores, que han adquirido en los últimos años un alto nivel de profesionalización y especialización.
La producción anual supera ampliamente los 300 millones de kilos de uva. El subsector elaborador está formado por 750 bodegas, con una producción de vino que supera los 2,2 millones de hectolitros anuales, lo que representa el 5,5% de la producción española.
Denominaciones de origen
Castilla y León cuenta con 16 denominaciones de origen protegidas: Arribes, Arlanza, Bierzo, Cebreros, Cigales, León, Ribera del Duero, Rueda, Sierra de Salamanca, Tierra del Vino de Zamora, Toro, Valles de Benavente y Valtiendas, más los 3 vinos de pago (Abadía Retuerta, Dehesa Peñalba y Urueña). El mapa de figuras de calidad se completa con la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Castilla y León, conocida por los consumidores con la denominación tradicional Vino de la Tierra de Castilla y León. Amparadas por estas figuras de calidad se comercializa más del 90% del vino de Castilla y León.
Castilla y León Económica