La veterinaria en Castilla y León contribuye a preservar la salud pública a través de 3 líneas de trabajo fundamentales: garantizar la inocuidad de los alimentos, controlar las enfermedades transmisibles y defender el bienestar animal. Para desarrollar estas labores, la región cuenta con 636 inspectores, que durante 2011 efectuaron 115.000 visitas de control en 40.000 establecimientos y 8.000 industrias.
También a lo largo del pasado ejercicio se sacrificaron y analizaron casi 70 millones de cabezas de ganado en la comunidad autónoma, en colaboración con los veterinarios dependientes de la Consejería de Agricultura y Ganadería.
Estos son algunos datos expuestos en el reciente encuentro entre Antonio María Sáez Aguado, consejero de Sanidad de la Junta, y Juan José Badiola, presidente del Consejo General de Colegios de Veterinarios de España, en el que se acordó que éste último -que ya participó en el Comité de Crisis de la Pandemia de la Gripe A de Castilla y León- forme parte del Gabinete de Crisis de Salud Pública y del Comité de Control Oficial de la Cadena Alimentaria.
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