Rocío Lucas, consejera de Educación, señaló que la comunicación científica y tecnológica “es uno de los objetivos de la Junta” en la jornada Periodismo y Divulgación Científica-Tecnológica organizada este viernes en Valladolid por Castilla y León Económica y la Fundación Universidades y Enseñanzas Superiores de Castilla y León (Fuescyl).
Al respecto, destacó que desde el Gobierno regional “estamos comprometidos con la generación de conocimiento, pero también con su difusión. Se trata de que ese conocimiento llegue a sus beneficiarios últimos, a los ciudadanos. En esa unión de fuerzas reside la clave del éxito”.
Precisamente, afirmó que la Consejería de Educación “tiene agrupadas la mayor parte de sus actuaciones en cuanto a transferencia de conocimiento mediante el plan de Transferencia de Conocimiento Universidad Empresa (TCUE), articulado mediante la Red TCUE, en el que participan todas nuestras universidades, públicas y privadas, y Fuescyl. Desde su puesta en marcha en 2008 se han destinado 36 millones a esta estrategia. El nuevo plan en el que trabajamos hasta el 2027 movilizará 10 millones y contendrá una línea específica para la divulgación del conocimiento generado en las universidades. Estamos convencidos de que sólo mediante una acción conjunta como ésta podemos hacerlo”.
En su intervención apuntó también la importancia de la divulgación científica, “pues acerca la ciencia al público en general”, ya que lucha contra los bulos, permite que se dé a conocer el trabajo investigador y favorece el esfuerzo social.
No en vano, explicó que la ciencia y la tecnología evolucionan gracias a los distintos resultados que se producen “y es preciso que un periodista los traduzca a un lenguaje comprensible. El impulso de la ciencia y la innovación son objetivos irrenunciables, por lo que próximamente Castilla y León promoverá una nueva ley de ciencia, para la que esperamos sus aportaciones”.
Mesa redonda
El encuentro contó con una mesa redonda bajo el título Periodismo e Investigación, hacia la comunicación social de la Ciencia, con la participación de Inés Rodríguez, directora del Museo de la Ciencia de Valladolid; Lourdes Rodríguez Blanco, directora de Proyectos del Parque Científico de la Universidad de Valladolid; Fernando Muñoz Cifuentes, técnico de comunicación en la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Burgos; y Ana Carretero, presidenta de Dircom Castilla y León.
En ella, Rodríguez insistió en que un museo no es sólo lo que exhibe, pues “tenemos que transmitir la ciencia a la sociedad de una manera asequible, lo que hacemos es traducir para todos los públicos”. Para su entidad, “la web, con 136.000 visitas en 2022, es el esqueleto de nuestra comunicación, pues nuestro contenido está en ella”.
En cuanto a las redes sociales, el museo se dirige a distintos públicos. En Twitter cuenta con 17.000 seguidores y más de 9.000 en Facebook. “Además, subimos contenido a Instagram y disponemos de un canal en Youtube con más de 1.000 suscriptores. Se trata de que los usuarios se interesen por la ciencia. La mayor parte de nuestras conferencias se graban en audio que publicamos mediante podcasts muy demandados por la gente”, comentó Rodríguez, quien recordó que el museo debe ser “una correa de transmisión entre la ciencia y la tecnología, un escaparate para dar a conocer avances”.
Por su parte, la directora de Proyectos del Parque Científico de la Universidad de Valladolid abundó en que en su entidad definen “la estrategia en función del público destinatario. La consideramos muy importante, de ahí que contemos con 2 personas dedicadas a esta tarea para dar visibilidad a lo que hacemos. A esto se suma que estamos en una revisión constante de las herramientas que utilizamos en este ámbito y que contamos con profesionales externos para ciertas campañas. Colaboramos con muchas entidades para que la comunicación sea mayor”.
En esta línea, hizo hincapié en que en las universidades, los gabinetes de comunicación deben definir una estrategia generalizada para toda la estructura “de cara a dar visibilidad a todo lo que hacemos; a veces falta esa coordinación”.
Muñoz Cifuentes precisó que su entidad gestiona el canal de Youtube de divulgación científica más importante, con alrededor de 100 vídeos publicados al año. “Nuestra lógica de trabajo es el de una productora audiovisual, ya que generamos contenido, editamos guiones o abordamos nuevos formatos. Este año, por ejemplo, hemos apostado por los short en esta plataforma, gracias a los cuales hemos aumentado nuestros seguidores en 20.000″, dijo.
Puente entre comunidad científica y sociedad
En este sentido, aseguró que la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Burgos es “un puente entre la comunidad científica y la sociedad, y en ese trabajo está transmitir que somos innovadores. Los científicos están a veces un poco cerrados sobre sí mismos y no saben comunicar todo su conocimiento, todo su saber y piensan que no es del todo necesario. Por ello debemos trabajar para hacérselo entender”.
Asimismo, Carretero señaló el derecho de la sociedad a entender lo que se le cuenta, “de ahí el objetivo de promover una comunicación clara”. No en vano, apuntó que esta última es un área estratégica en las compañías y las instituciones “porque permite trasladar lo que se hace, de una manera que se entienda. Los dircom somos agentes del cambio y agitadores para que pasen cosas en las empresas”.
Al hilo de esto, explicó que la comunicación “es una lluvia fina, para ello hay que crear una imagen de lo que se quiere transmitir. Necesitamos tener un dircom para contar las cosas, dedicar recursos, tanto económicos como humanos, y trabajar las 3 Cs, que son coherencia, conciencia y consistencia”.
Conceptos accesibles
Por su parte, Alberto Cagigas, director de Castilla y León Económica y encargado de presentar y conducir el acto, afirmó en el encuentro que de su experiencia profesional en medios especializados en sanidad y tecnología “saqué varias conclusiones, que quiero compartir con ustedes. En primer lugar, la dificultad de traducir el complicado lenguaje técnico de la ciencia y la tecnología a un vocabulario y a unos conceptos accesibles para la mayor parte de los lectores. Hay que conjugar el rigor científico con la sencillez. Además, hay una falta de estrategia de comunicación a largo plazo tanto interna como externa de esas organizaciones”.
En opinión de Cagigas, “el potencial de la comunicación que tienen las informaciones sobre ciencia y tecnología no se aprovecha y hay que convencer a los investigadores de que deben de comunicar a la sociedad su labor, porque casi siempre se mueven en mundos endogámicos y cerrados”, y resaltó: “hay que aprovechar los períodos de mayor demanda de información científica-técnica para mantener a lo largo del tiempo ese interés. Existen picos de demanda informativa como lo pudimos comprobar durante la pandemia del Covid, donde se dispararon las informaciones sobre los avances de las vacunas; y ahora estamos viviendo un pico de demanda sobre la Inteligencia Artificial por los sucesos en OpenAI, creadores de ChatGPT”.
Por último, destacó “la gran importancia que tienen sobre nuestras vidas las informaciones sobre ciencia y tecnología. Si un político lanza un exabrupto o un jugador de fútbol se lesiona, esas noticias ocuparán un gran espacio en la prensa. Pero si hay un avance en una tecnología innovadora como el hidrógeno o se descubre un nuevo tratamiento contra una enfermedad letal, en la mayoría de los casos esa información pasa desapercibida cuando son innovaciones que realmente influyen en nuestras vidas”.
Castilla y León Económica
