El pasado día 8 de febrero tuve el placer de participar en el Foro Económico de El Norte de Castilla, que una vez más aportó una gran cantidad de ideas y de temas para el debate. La verdad es que en esta ocasión me quedé un poco desencantada porque el profesor Toribio restó importancia al sector exterior (en su vertiente exportadora), ya que no supone más allá del 20% del PIB. Sin embargo, por el momento es de los únicos que nos están dando buenas noticias. Concretamente, en Castilla y León, a fecha de noviembre de 2011, se ha superado la cifra de exportaciones de 2010 y el número de empresas exportadoras se mantiene (hay que tener en cuenta que aún falta un mes para cerrar 2011). Aún mejor, el número de empresas exportadoras regulares (las que lo han hecho de forma consecutiva en los últimos 4 años) ha crecido así como aquéllas que exportan por valor de más de 50.000 euros.
Empresas exportadoras
Las empresas que exportan son más y mejores y son las que se mantienen en el complejo panorama nacional. Ya sé que hay muchos modelos de negocio que no son exportables, pero si las exportadoras crecen, lo hacen sus empleados (en número y poder adquisitivo) y hacen que su entorno se revalorice.
No sé si estamos en momentos de tender puentes de plata, pero al menos no deberíamos quitar la alfombra roja que tienen los exportadores españoles, aunque esta alfombra esté un poco ajada por el uso y no podamos sustituirla como merece.
Las herramientas tradicionales (planes sectoriales, programas de empresa del ICEX, servicios a empresas…) están sufriendo una profunda revisión, pero no deben desaparecer; éste es el momento de hacer un único plan de apoyo a empresas exportadoras, haciendo desaparecer gastos de estructura que poco o nada aportan a las empresas y manteniendo fondos de apoyo real para que en diciembre de 2012 podamos hablar de más crecimiento en el número y volumen de exportaciones.
Ahora o nunca (en esto sí coincido con el profesor Toribio).