La gestora española Q-Impact, a través de su fondo de capital riesgo Q-Impact II, ha formalizado su inversión en Bioenergy Ibérica, compañía salmantina especializada en el diseño e instalación de plantas de biomasa para grandes clientes industriales. “El sector industrial es de los más difíciles de descarbonizar, por lo que es interesante aprovechar los residuos de sus propios procesos productivos para producir energía y reducir las emisiones de las calderas tradicionales de gas”, destacó Álvaro Guarner, socio de Q-Impact.
La estrategia de Q-Impact en sus fondos es emplear la inversión para ayudar a crecer a lo que definen como “mejores pymes”, que son aquellas empresas rentables que además aportan soluciones a los principales retos sociales y medioambientales, tales como el paro juvenil, el desarrollo rural, el calentamiento global o la contaminación.
Rentabilidad y compromiso
El fondo Q-Impact II se dirige, especialmente, a inversores institucionales y grandes inversores familiares a los que permite aunar una rentabilidad de mercado con su compromiso social y medioambiental. “Los inversores institucionales van a generar un gran empuje para la inversión de impacto en España, que continúa estando muy poco desarrollada en comparación con otros países de Europa, Reino Unido y EE UU”, afirmó Pablo Valencia, socio director de Q-Impact.
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