Con el fin de aumentar la intermodalidad con Castilla y León, el norte de Portugal y el centro peninsular, el Puerto de Vigo ha iniciado este año la construcción del apartadero ferroviario en su plataforma logística Plisan. En concreto, se extiende sobre una superficie de 4 millones de metros cuadrados y destaca por su alta conectividad. Así, ofrece grandes ventajas para las empresas, según explica Carlos Botana Lagarón, presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo: “Lo que ofrece la Plisan no lo ofrece ningún otro polígono industrial de Galicia, una gran versatilidad para favorecer el asentamiento de cualquier tipo de empresa, independientemente de su tamaño, conectividad por carretera y, tras esta nueva inversión, por ferrocarril”.
De esta forma, el apartadero, que se estima esté operativo en 2025 y que cuenta con una inversión total de 33,4 millones cofinanciada por la Unión Europea (Fondos Next Generation), estará preparado para gestionar composiciones de trenes de hasta 750 metros de longitud y conectará con la Red Ferroviaria de Interés General a la línea 810 Ourense-Vigo. Se espera que este proyecto sitúe a esta infraestructura como un “auténtico” nodo de comunicación intermodal entre Castilla y León y el puerto, lo que se prevé multiplique las oportunidades de negocio y los tráficos ya existentes.
Vocación comercial atlántica
Precisamente, Botana Lagarón apunta que la localización geoestratégica del Puerto de Vigo determina su vocación comercial atlántica y lo posiciona como un enclave de referencia en los tráficos con América (EE UU, Canadá, Costa Rica, Ecuador, Brasil, Argentina o Chile, entre otros), sur y norte de África (Marruecos, Sudáfrica, Argelia, Mozambique o Namibia) norte de Europa (Francia, Bélgica y Reino Unido) y el Mediterráneo (Turquía o Italia).
Automoción
En cuanto a los tráficos que se mueven por sus instalaciones con destino u origen Castilla y León son principalmente de automoción, sector que le ha colocado en 2023 como el segundo puerto en movimiento de vehículos en todo el sistema portuario español con un crecimiento de más del 38% hasta superar las 650.000 unidades; alimentación; y materiales de construcción, gracias precisamente a su localización y a su gran variedad y alcance de destinos directos y feeder en tráficos ro-ro y en contenedor.
A nivel general, cerró el pasado ejercicio con un tráfico total de 4,85 millones de toneladas, lo que supuso un incremento del 2,8% con respecto a 2022. En relación con el valor industrial de las mercancías movidas anualmente a través de sus terminales, supera los 16.000 millones de euros.
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