Desde hace aproximadamente 4 años, Pruno, un vino de la Denominación de Origen Ribera del Duero elaborado por la bodega Finca Villacreces, ha ido coleccionando los elogios del gurú norteamericano Robert Parker. Cada verano, The Wine Advocate coloca este vino ribereño como uno de los mejores en relación calidad-precio del mercado, algo que también han refrendado críticos y especialistas nacionales. Parker ha otorgado 93 puntos a cada una de las últimas añadas de este tinto, desde la de 2010.
Alguno de ellos ha llegado a acuñar el término Prunomanía, que viene a denominar el éxito alcanzado por Finca Villacreces gracias a la concepción de un vino con el precio “perfecto”. Ésta es una de las ideas del bodeguero Gonzalo Antón, gerente de Finca Villacreces, quien considera Pruno “una forma de democratizar los grandes vinos, buscando una calidad con un precio comedido”. De hecho, el coste de una botella de este vino permanece inalterado en 10,80 euros.
Mayor demanda
Este modelo de negocio ha obligado a gestionar la escasez de este tinto, puesto que sólo se producen alrededor de 340.000 botellas. “Aunque la demanda supere a la oferta, sólo disponemos de la uva que nos proporcionan nuestras 64 hectáreas de viñedo, y no queremos desvirtuar lo que es un vino de finca”, explica Antón.
De este modo, Finca Villacreces intenta repartir el producto “de forma equitativa para todos los mercados para que esté al alcance de todos los entusiastas del vino, sin que se especule con él”. Para ello, se comercializa mediante un sistema de reparto que garantiza una amplia distribución geográfica.
Ése es uno de los éxitos de Pruno que tanto seduce a críticos, hosteleros y consumidores. El poder acceder a un vino cuyo precio podría ser mucho mayor, pero que, sin embargo, gracias a la voluntad de Villacreces, intenta ser accesible para todos los amantes del vino.
Durante este mes de noviembre, sale al mercado la nueva añada 2014 de Pruno, que mantiene la línea de sus predecesores y que está llamado a ser, de nuevo, uno de los vinos más comentados de la temporadas. Pruno está elaborado con un 90% de tempranillo y un 10% de cabernet sauvignon y ha tenido una crianza de doce meses en barricas nuevas de roble francés.
Enoturismo
La bodega también dedica un importante capítulo al enoturismo. “Queremos que la gente venga a conocer nuestro proyecto. Las visitas son para grupos reducidos, donde se les trata de forma personalizada y exclusiva pero a un precio razonable, La Prunomanía nos ha enseñado el camino de democratizar ciertos lujos”, subraya Antón. No en vano, el número de visitantes a esta bodega crece de forma imparable.
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