Juan García-Gallardo, vicepresidente de la Junta, defendió este martes en Bruselas una transición ecológica en la que la defensa de la naturaleza y de la economía sean compatibles. “Para proteger el medio ambiente no es necesario destruir la industria y, a veces, parece que eso es lo que el Pacto Verde europeo espera de nosotros”, aclaró García-Gallardo, quien también recordó que una “transición forzada nunca será justa, porque dejará atrás a muchas personas afectadas”.
“Nuestro Pacto Verde es con nuestras montañas, con nuestros ríos, con nuestros espacios naturales. Nos preocupamos por ellos. Nos encantan, pero no nos vamos a quedar parados si la legislación europea espera de nosotros que reduzcamos nuestra producción de automóviles”, aseguró durante una intervención en el Intergrupo por el Futuro de la Industria del Automóvil del Comité de las Regiones celebrado en Bruselas. En su discurso, recordó que Castilla y León tiene 33 espacios naturales protegidos y es líder es energías renovables, además de poseer una legislación medioambiental estricta.
Defensa de los intereses de la industria
“Vamos a defender los intereses de nuestra industria”, recalcó el vicepresidente de la Junta, que aclaró que esa defensa de la industria automovilística pasa por entender que “todas las formas de movilidad son bienvenidas en nuestra región: los coches eléctricos, los híbridos y, por supuesto, los convencionales. También pasa por reclamar una industria de la automoción que innove y que sea competitiva”. Al mismo tiempo, recordó que, en muchas ocasiones, los vehículos europeos deben competir con otros procedentes de países que subvencionan sus industrias.
García-Gallardo se congratuló de que el 25 de septiembre los países de la UE acordaran posponer la entrada en vigor de la norma Euro 7 “porque toda nuestra industria decía que era imposible cumplirla y que iba a destruir la producción y muchos empleos”. Por este motivo, celebró que “todos los estados miembros hayan entrado en el sentido común” y hayan dado más tiempo a la industria para adaptarse.
“Ya dije que una transición forzada nunca podría ser una transición justa porque dejaríamos a mucha gente atrás. Y eso es lo que no queremos. No queremos dejar atrás a los consumidores, no queremos dejar atrás a nuestros empleados y, por supuesto, no queremos dejar atrás a nuestras empresas”, explicó el vicepresidente de la Junta.
Automoción de Castilla y León
En su intervención también señaló que Castilla y León tiene una industria del automóvil “fuerte”, que ocupa a 35.000 personas y que produce el 20% de todos los automóviles producidos en España, con factorías de referencia como las de Renault en Valladolid y Palencia, la de Nissan en Ávila o la de Iveco en Valladolid, además de una potente industria auxiliar. García-Gallardo lamentó que, a pesar de todo ello, los elevados precios de los vehículos lleven a muchas personas a recurrir al mercado de segunda mano, porque no pueden permitírselos, lo que está envejeciendo el parque.
Así, celebró que “esa transición se ha ralentizado y esperamos que sea el primer paso para que se ralentice aún más”, porque la transición forzada hacia los coches eléctricos “no es una buena decisión”. Y concluyó: “no estamos preparados para esta transición y lo que queremos es una transición según las reglas del mercado, conforme a los recursos existentes y que tenga en cuenta nuestra tecnología”.
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