La cosecha 2018 marca un antes y un después en la historia de Finca Villacreces, puesto que será la primera vez que su vino emblema aparezca con el sello 100% ecológico. La bodega ribereña practica una viticultura ecológica desde hace más de 5 años en las 150 hectáreas de su propiedad, viñedo del que también provienen otros vinos como Pruno o Specimen.
Para elaborar Finca Villacreces 2018 se han elegido las mejores parcelas de tempranillo (86%), cabernet sauvignon (10%) y merlot (4%) de las 15 con las que cuenta el pago ubicado sobre un meandro del río Duero, en Quintanilla de Onésimo.
Tras una vendimia manual y doble selección en mesa, Villacreces fermentó en tinas de madera y depósitos de cemento. Además pasó por una crianza de 14 meses en barricas nuevas de roble francés.
Agricultura sostenible, una obligación
En palabras de Lalo Antón, gerente de Finca Villacreces, “la lucha contra el cambio climático y facilitar una agricultura sostenible no ha de ser una opción sino una obligación, ya que tenemos que cuidar nuestro principal patrimonio: este viñedo tan especial”.
Dentro de esta estrategia de Finca Villacreces está elaborar el 100% de sus vinos con uvas orgánicas a la vez que implementar medidas que frenen el impacto en el ecosistema como pueden ser la reducción del consumo energético, la apuesta por energías renovables y una meticulosa gestión de los residuos. “El certificado Wineries for Climate Protection obtenido hace unos meses da fe de este compromiso con la sostenibilidad”, asegura Antón.
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