2023 marcará, a buen seguro, un antes y un después en la historia de Patatas Meléndez. Cuando Javier Meléndez se puso al frente de la empresa tenía claro que su objetivo era ofrecer patatas de una calidad excelente en sabor y textura los 365 días del año. El empresario confió desde el primer momento en su producto, por eso se marcó la meta de situar a Patatas Meléndez como la compañía líder en el sector de la patata fresca y, una vez conseguido, estar presente en otros países del continente europeo. Hoy, casi una década después de comenzar su trayectoria como administrador único y CEO de la empresa, ha cumplido su sueño: gracias a la inauguración en Medina del Campo (Valladolid) de su nueva planta automatizada en la cual ha invertido más de 36 millones de euros, Patatas Meléndez se situará como un referente a nivel europeo, un proyecto que fue diseñado para seguir cuidando el origen y para maximizar la calidad de la patata.
Resumir el propósito de todos los avances de Meléndez 4.0 es sencillo: maximizar la calidad de la patata, ganar eficiencia como compañía y potenciar la sostenibilidad. A todo esto hay que sumar que la nueva fábrica es un entorno más seguro para los trabajadores de Patatas Meléndez, algo que la empresa tenía como prioridad en este proyecto.
Innovaciones
Entre las innovaciones más significativas se encuentran tecnologías como la robotización, la automatización de los procesos o la posibilidad de selección de patatas a través de visión artificial y de machine learning. Los sistemas de trazabilidad automática optimizan la gestión del proceso productivo y monitorizan la trazabilidad del producto de inicio a fin; los selectores ópticos clasifican las patatas por tamaño, forma y calidad, en un único proceso en unas instalaciones diseñadas para minimizar los riesgos por daño mecánico; y el transporte mediante AGV’s garantiza una mejor gestión logística al reducir costes en mantenimiento a través de su posible control remoto.
Además, la eficiencia se ve beneficiada por el aumento de líneas de envasado en malla, por el incremento del número de toneladas lavadas por hora, y por la rapidez en la gestión de los palets. Gracias a las nuevas tecnologías incorporadas, la empresa puede alcanzar un gran ahorro en costes de producción, además de un mayor aprovechamiento de la materia prima y de la gestión logística, y un aumento de la capacidad productiva.
20% de cuota de mercado
Patatas Meléndez, empresa vallisoletana con un 20% de cuota de mercado, siempre se ha caracterizado por diferenciarse y por guiarse por un modelo de negocio orientado a la calidad. Una estrategia que, a tenor de las cifras, no sólo funciona sino que lleva a la compañía por muy buen camino: en 2022, Patatas Meléndez facturó 110 millones de euros y comercializó 200.000 toneladas de patatas, lo que supone un crecimiento de más de un 21% para el grupo con respecto al año anterior.
La empresa dirigida por Javier Meléndez tiene una historia marcada por algunos hitos, como ser el primer operador de patatas en comercializar la materia prima ya lavada, una decisión que se tomó pensando en facilitar la experiencia de compra a los consumidores. Más tarde, en 2016, la empresa inauguró una planta de producción mejor dotada tecnológicamente, y que le permitió pasar de 3.000 metros cuadrados a más de 20.000 metros cuadrados.
Aun así, la compañía quiso seguir creciendo para ampliar su capacidad de producción y el número de líneas de lavado: en 2017 construyó un nuevo almacén de más de 10.000 metros cuadrados, a los que ahora suma los 22.600 metros cuadrados de la nueva fábrica.
Propuesta de valor
“Nuestro compromiso es ofrecer patata nacional durante todo el año”, sostiene Meléndez. Efectivamente, la compañía quiere que los consumidores disfruten de una patata de origen nacional y de temporada los 365 días del año, y “tan fresca como si tuvieran un huerto al lado de su cocina”, para lo cual implantaron hace más de 5 años un sistema de dobles cosechas que les permite obtener patata nueva incluso en invierno.
Este sistema se basa en cultivar patata durante el invierno en las zonas más cálidas del sur de España, como Murcia y Andalucía, para complementar la cosecha de primavera-verano que se realiza en esas mismas regiones del sur y en otras zonas, como Castilla y León y Castilla-La Mancha. Así, en invierno es posible tener encima de la mesa la patata de verdete, que es la patata nueva de temporada de los meses de frío
Por otra parte, cabe destacar que Patatas Meléndez cuenta con estructura en Andalucía, dado el peso que posee esta región en su apuesta por el producto nacional y de temporada, y en 2022 adquirió Patatas Prado para disponer de la IGP Pataca de Galicia e incorporar esta referencia a su oferta.
Internacionalización
La estrategia de internacionalización ocupa un lugar prioritario para Patatas Meléndez. La compañía ya está asentada en los países vecinos, en concreto en Francia y Portugal como Meléndez France y Batatas Meléndez, respectivamente. Tal y como ha explicado la empresa, existe una creciente demanda de patata nueva en los mercados comunitarios, la cual está muy bien valorada. Con el fin de seguir ganando presencia en Europa, ámbito en el que va a posicionarse como referente en el sector gracias a la nueva fábrica, Patatas Meléndez está estudiando la posibilidad de expandirse por el centro y el este del viejo continente.
Como explica su CEO, Patatas Meléndez siempre se ha centrado en “cuidar la tierra, respetarla y estar cada vez más cerca de ella. Puede haber muchas formas de mimar el origen, pero nuestra empresa comienza por su pieza fundamental: los agricultores, cuya labor es insustituible”. No en vano, hace ya tiempo, la compañía puso en marcha su Plan Agrario con el fin de dotar de más estabilidad a los productores y asegurarles una rentabilidad de su producción, un Plan que constituye una de sus principales fortalezas y que implementa en todas las zonas en las que están asentados. Patatas Meléndez ya tiene más de 500 productores adheridos a su Plan Agrario y busca constantemente nuevas zonas de producción y nuevos profesionales con los que trabajar.
Más información en el número de abril de Castilla y León Económica
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