Más de medio siglo ha transcurrido ya desde que el matrimonio formado por José Luis Gómez y Victorina Pérez abriera un pequeño almacén de patatas de apenas 150 metros cuadrados en el barrio leonés de La Palomera. Desde entonces, la empresa familiar ha experimentado un crecimiento exponencial tras la incorporación de la segunda generación hasta convertir Patatas Hijolusa en un referente en el mercado nacional dentro del sector con cerca de 200 empleados y una facturación anual superior a los 64 millones de euros.
El punto de inflexión lo marcó la introducción a principios de la década de los 90 del lavado del producto, un proceso que hasta entonces no se empleaba en España, “que permite al consumidor ver con claridad si tiene algún defecto y asegura distinguir fácilmente su frescura, además de reducir el desperdicio al mínimo”. No en vano, la calidad como elemento diferenciador, el esfuerzo inversor y la mentalidad abierta de la directiva contribuyeron a que la patata lavada se consolidara como apuesta de futuro.
Venta de patata y boniato frescos y lavados
Patatas Hijolusa, que adquirió esta denominación en 2014, se ha especializado en la venta de patata y boniato frescos y lavados, así como de IV Gama para microondas, que mantienen su condición de productos frescos no procesados al utilizar para ello ingredientes 100% naturales, sin conservantes, colorantes y aditivos y sin gluten. En 2020, el volumen comercializado por la compañía leonesa superó las 150.000 toneladas a través de las marcas La Huerta de Doña Rogelia, Val de Picones, La Granja de José Luis, La Patata Rústica de Hijolusa, La Huertina de Hijolusa, Quinta Do Zé Luís, Patatas Premium Hijolusa, BabyPat y SweetPat, a lo que hay que sumar que fabrica marca blanca para distribuidores. El 65% de su oferta es de procedencia nacional, para lo que mantiene convenios en origen con agricultores de Castilla y León, Murcia, Andalucía y Madrid.
Amplia su familia BabyPat
En la actualidad, la firma trabaja en la consolidación de una nueva categoría en el lineal de productos de patata y boniato de IV Gama con 4 nuevas variedades que amplían la familia BabyPat y con el boniato especialmente seleccionado para su cocinado al vapor en el microondas a través de la marca SweetPat. “Mantienen la condición de productos frescos no procesados”, matizan José Luis y Carlos Gómez Pérez, CEOs de Hijolusa, al tiempo que señalan que todos ellos llevan un envase patentado con una tecnología de fabricación con microperforaciones que aumenta su tiempo de conservación al permitir que el producto respire y consigue que el cocinado sea uniforme. Según explican los responsables de la compañía, el formato de 400 o 430 gramos, el hecho de que se cocinen sólo en 7 u 8 minutos, su versatilidad para acompañar diferentes platos de carne o pescado y sus buenas propiedades nutricionales muy aptas para deportistas les confieren unas características que están potenciando su acogida por el consumidor.
Proveedor de las cadenas de supermercados más importantes
“Suministramos productos a varias de las cadenas de supermercados más importantes de nuestro país, a grandes mercados centrales como MercaMadrid, MercaCórdoba o MercaBilbao, a establecimientos más locales pero con una importante influencia en su zona de actuacióny, en menor medida, al canal Horeca. No obstante, nuestro principal canal de comercialización lo constituye el retail, con un 75% del volumen total de negocio”, explican los CEOs de esta empresa familiar, que exporta alrededor del 6% de su cifra de negocio, principalmente a Portugal, aunque también tiene presencia en los mercados francés y rumano.
En 2016, Hijolusa inauguró sus nuevas instalaciones en el Polígono Industrial de León en una parcela de 23.500 metros cuadrados y 17.600 metros cúbicos de capacidad de frío, donde se desarrolla todo el proceso de almacenamiento, conservación, control de calidad en laboratorio, envasado y expedición. “Pero, sin duda, el principal factor que nos ha permitido mejorar en los últimos años nuestro posicionamiento en el mercado es nuestro equipo humano, que nos ha impulsado hasta convertirnos en la empresa que somos hoy, contando actualmente con una plantilla de 196 trabajadores y contribuyendo a que el motor económico y de empleo en León no se pare”, señalan los hermanos Gómez Pérez.
En esta línea, subrayan la importancia de innovar y mejorar de manera permanente en todos los procesos, “teniendo una visión amplia y conjunta, consideramos que es vital para conseguir ofrecer un sector fuerte y competitivo en nuestro país. Creemos que es fundamental seguir avanzando hacia la profesionalización del campo y poner el foco en la innovación en todos los procesos”.
Más información en el número de agosto de la revista Castilla y León Económica