Existen empresas en las que la innovación, más allá de ser una herramienta estratégica, corre por sus venas. Es su razón de ser. Su principio y su final. Y en este caso concreto, valgan las palabras de Philippe Fèvre, CEO de PackBenefit, para corroborar esta filosofía: “en nuestra empresa no hay Departamento de Innovación, sino que ésta está transferida a cada individuo de la empresa, que puede aportar cualquier idea, cambio o novedad. Toda idea genera cultura de innovación, y eso es lo que fomentamos”.
Hablamos de PackBenefit, compañía vallisoletana líder mundial en la fabricación de bioenvases de celulosa para el sector de la alimentación (comidas preparadas y productos frescos), que además está inmersa en un proyecto de construcción de una nueva fábrica, al que destinará, junto con la ejecución de sus proyectos de I+D, una inversión de más de 26 millones de euros, que le permitirá más que duplicar su actual producción hasta los 180 millones de unidades anuales -capacidad que seguirá creciendo en los próximos años-, frente a los 80 millones actuales, con un porcentaje de exportación que supera el 90%, principalmente a Francia, Alemania, Escandinavia y Polonia.
Incremento de plantilla
En la actualidad, la planta trabaja al tope de producción, con 85 personas -algunas ya incorporadas dentro del nuevo proyecto de nueva fábrica, al contar con dos líneas en producción de la nueva factoría-, que pasarán a 110 empleados a principios de 2024. El proyecto de la nueva fábrica supondrá la incorporación de medio centenar de personas a la organización. Y con la futura factoría se pasará de las 16 referencias que integran su gama de productos a 25, “muy orientados a nuevos mercados que no podíamos acometer por falta de capacidad”, detalla Fèvre.
De 700.000 euros a 8 millones
El exponencial crecimiento de la compañía queda constatado con más cifras: en poco más de un lustro ha pasado de facturar 700.000 euros (2017) a más de 8 millones con los que cerró el último ejercicio. A pesar de la tensión del mercado durante la pandemia mundial y el posterior desequilibrio de cadenas de suministro, con especial impacto a los costes eléctricos, PackBenefit no ha dejado de crecer año tras año.
“La columna vertebral de nuestro plan estratégico es aumentar nuestra capacidad productiva porque la demanda sigue siendo muy superior a nuestra capacidad”, justifica el CEO de PackBenefit, que aporta datos apabullantes: el mercado de envases alimentarios para comidas preparadas alcanza los 20.000 millones de unidades solo en Europa Occidental, de los que el 85% están elaborados con plástico.
Alimentos frescos y restauración colectiva
Su producto se destina para alimentos frescos y para restauración colectiva, principalmente colegios, cantinas, hospitales o comedores públicos. ¿Y cómo superaron el período de Covid? Fèvre explica que gracias a haber definido previamente los valores y la misión de la empresa para ser más ágiles y flexibles pudieron cambiar su propuesta de producto de la noche a la mañana y, en ese oscuro período, volcándose desde la restauración pública a la comida para llevar y salvar a la compañía de un colapso asegurado.
Valladolid y Castilla y León pueden presumir, además, de contar con una empresa “única en el mundo en ofrecer un producto como el nuestro a escala industrial, que sustituye a su equivalente fabricado en materiales fósiles”, sostiene el empresario.
Celulosa, la materia prima
La materia prima empleada por PackBenefit es la celulosa, y no ceja en su permanente afán de buscar nuevas fuentes, como la celulosa extraída de la planta de tomate o la de desechos cítricos, que además redunda en esa apuesta de la economía circular, tan en boga en la actualidad. “No sólo comercializamos bioenvases, sino que buscamos continuamente cómo mejorar y hacer más eficiente esa fabricación”, enfatiza Fèvre.
PackBenefit es una empresa joven. De hecho, cumple una década en 2023. Su CEO explica cómo en una primera fase, comprendida hasta 2017, la I+D+i era el epicentro de su actividad, al destinar todos los recursos, “ingentes esfuerzos”, según sus palabras, a la creación de un producto hasta la fecha inexistente en el mercado, lo que implicaba también por lo tanto diseñar y construir la propia maquinaria para la producción de ese producto.
2017, punto de inflexión
2017 marca el punto de inflexión en la compañía vallisoletana. “Pasamos de una buena idea a materializarla en una buena empresa. Realizamos un ejercicio de transformación apoyado en tres ejes: primero, comercial, a través de la búsqueda de mercados, porque a la sazón no había guerra del plástico y por lo tanto no existía la necesidad de buscar un producto elaborado con otro material que lo sustituyera; segundo, con una transformación industrial, para hacer eficientes los equipos constituidos entre 2013 y 2017 y que la tecnología desarrollada nos permitiera fabricar un producto competitivo de forma regular; y tercero, transformación económica, al pasar de un proyecto a una empresa y cruzar las líneas de esfuerzo en I+D+i con la venta. Pero en ningún caso se frena la fase de innovación”, detalla el CEO de la firma.
¿Y cómo superar la dificultad de introducir en el mercado un producto inexistente hasta la fecha? “Una vez que has atraído al consumidor con un producto, ya no hay vuelta atrás”, asevera Fèvre; y matiza que tienen un producto para el norte de Europa y otro para el sur, por una cuestión de precio. “La barrera al precio es inferior respecto de la sensibilidad ecológica a medida que avanzamos hacia el norte de Europa”, añade.
Revolución mundial
La última evolución de PackBenefit, que su CEO califica de “revolución mundial”, es un recubrimiento 100% libre de polímeros y biopolímeros que responde a las mismas necesidades del mercado y que se comercializará a finales de año. Se trata de una bandeja de celulosa con recubrimiento esprayado, que se encuentra en fase preindustrial y que PackBenefit trabaja para automatizar su proceso de producción. La transición del producto laminado -el actual- al esprayado se realizará de forma paulatina hasta convertirse en el santo y seña de la compañía y será una de las patas del futuro de PackBenefit. La otra, duplicar la capacidad de producción este año y seguir creciendo replicando el modelo donde el mercado demande este tipo de envases.
PackBenefit fue en 2022 una de las 2 únicas empresas de Castilla y León que recibió apoyo financiero para su proyecto del Banco Europeo de Inversiones (BEI) dentro del programa de Economía Circular y Desarrollo Sostenible, en concreto por valor de 13 millones de euros, que complementa la inversión realizada por Circularity Capital con anterioridad.
Apoyo institucional
Además, los responsables de la compañía se muestran “agradecidos por el apoyo institucional recibido para quedarnos en Castilla y León, cuando la decisión de trasladarnos al sur de Países Bajos estaba tomada. El empeño de la Junta, el ICE, Sodical, Iberaval y nuestros accionistas fue determinante para que finalmente implantemos aquí la nueva fábrica”.
“Hemos recibido ofertas para abrir nueva planta en Alemania, Países Bajos, Dinamarca y EE UU. Nuestro modelo de negocio se basa en seguir creciendo y montar nuevas fábricas allá donde los mercados lo demanden, porque nuestro modelo es replicable”, sostiene el CEO de PackBenefit, quien admite que si bien están empezando “a aparecer competidores, ninguno nos hace sombra porque la complejidad del producto es elevadísima y nosotros nos hemos beneficiado de esa primera etapa, de todo un cuatrienio, focalizados al 100% en la innovación. La marca PackBenefit es reconocida y envidiada mundialmente por todas las empresas de envases”.
Más información en el número de julio-agosto de la revista Castilla y León Económica