No siempre se utiliza el adjetivo nuevo en su completo significado. Pero en el caso del Range Rover Sport de segunda generación no puede ser más preciso. De entrada, el Sport 2013, en lugar de utilizar la plataforma del antiguo Discovery, emplea la del nuevo Range.
Así chasis y carrocería están realizados en aluminio, del cual el 50% es reciclado. Con esto se han ganado 420 kilos en relación a su predecesor. Y eso que es 6,2 centímetros más largo (mide en total 4,85 metros) y aumenta su distancia entre ejes 18 centímetros, mejorando sus ángulos de ataque y salida con el fin de optimizar sus prestaciones fuera del asfalto.
Espectacular interior
El espectacular interior proviene del Range Rover y así nos encontramos con unos perfectos tapizados en cuero, los asientos son en realidad verdaderos butacones y un salpicadero que concilia tradición y modernidad con sobriedad y espectacularidad al estilo del Evoque.
Una vez en marcha por ciudad, el vehículo muestra una asombrosa facilidad de conducción, si bien su tamaño se deja notar a la hora de aparcar. Una opción es el Flank Guard que alerta de posibles impactos en los laterales del vehículo durante maniobras a baja velocidad. En los semáforos, el sistema start-stop para el motor y al pisar el acelerador lo vuelve a poner en marcha de forma rápida y sin vibraciones.
Motor diésel de 6 cilindros en V
Y ahora nos lanzamos por la autovía de Valladolid a Segovia. El motor diésel de 6 cilindros en V es muy discreto en cuanto a sonido. El trabajo combinado de sus 292 CV de potencia y 600 Nm de par con la excelente caja de cambios automática ZF de 8 relaciones aporta un indiscutible placer de conducción. En este punto cabe señalar que en motorizaciones se puede elegir entre un 8 cilindros de gasolina de cinco litros y 510 CV o bien entre 3 diésel, 2 de 6 cilindros y 3 litros de cilindrada (en variantes de 258 CV y 292 CV, que es la protagonista de esta prueba) y un 8 cilindros de 4,4 litros y 340 CV. A estos se suma una versión híbrida (diésel y eléctrico) de 340 CV y 6,4 l/100 km.
Impresionante sobre asfalto, ahora llega el momento de tocar la tierra. El mando Terrain Response 2 es una ayuda clave en la conducción por campo. Permite elegir entre los siguientes programas: General, Hierba/Gravilla/Nieve, Barro/Surcos, Arena y Rocas. Cada uno selecciona los ajustes adecuados de suspensiones, bloqueo de diferenciales y del motor.
Habrán visto que hay muchas opciones, pero ojo que aumentan y bastante el precio de partida de 76.900 euros de la versión probada. En cualquier caso, el nuevo Range Rover Sport es la perfecta muestra del saber hacer de Land Rover, una verdadera obra maestra en el panorama de los todoterreno que cuesta devolver al concesionario al final de la prueba.
Santiago de Garnica