Luisa Alcalde
Pese a ser un establecimiento de grandes dimensiones, la tranquilidad es la seña de identidad del Hotel Blue Zahara & Beach. El concepto de sólo adultos convierte a este establecimiento de 5 estrellas en la mejor opción para pasar unos días de veraneo en esta animada localidad de la costa gaditana, que se puso de moda en los años 80 por ser la preferida para algunos famosos como Bibi Andersen, Almodóvar, Imanol Arias y Pastora Vega, entre otros.
Y es que Zahara de los Atunes ha sabido conservar ese encanto entre hippy y chic tan característico de varias localidades de esta atractiva provincia andaluza, donde el clima, su pasado histórico, folclore, gastronomía, orografía y sus playas kilométricas y de fina y dorada arena encandilan a todos sus visitantes.
Con apenas 4 años, el hotel permite elegir entre distinta tipología de habitaciones. Es muy recomendable la swim up, por su diáfana disposición y su terraza amplia con cómodas tumbonas balinesas, con acceso directo a una piscina de uso exclusivo para los huéspedes de esta zona.
Decoración en estilo colonial
De 60 metros cuadrados, está decorada en estilo colonial con tonos neutros, detalles de bambú y madera étnica en cabecero de cama. Con un baño integrado en la habitación, con 2 lavabos, ducha y bañera estilo pila a la vista, posee también una zona de estar como antesala a la terraza. El hotel, próximo a la playa tras cruzar una carretera, tiene además parking, gimnasio y spa con numerosos tratamientos de estética y masajes, aparte de un circuito acuático. También ofrece otra zona de piscina con una oferta gastronómica informal, otro restaurante a la carta y una piscina infinita en la azotea.
Además de sus maravillosos y extensos arenales, por los que disfrutar de grandes paseos junto al mar, Zahara de los Atunes cuenta con otros alicientes como sus tiendas con encanto, algunas también de delicias gastronómicas, con un amplio abanico de productos de atún en conserva, y un mercadillo hippy para encapricharse con algún recuerdo; además de poseer una amplia oferta de bares y restaurantes muy variada.
Orografía delimitada por 2 cerros
Zahara de los Atunes tiene una orografía que está delimitada por 2 cerros, uno colonizado casi en su totalidad por casas individuales de lujo llamado Atlanterra, que divide la playa de Zahara de la de los Alemanes, denominada así porque se creyó que allí se establecieron germanos nazis huidos tras la Segunda Guerra Mundial, y donde destaca una casa en forma de platillo volante construida en su día por el escritor de best seller J.J. Benítez; y la otra loma que se mete en el mar, que se ha mantenido virgen de construcciones gracias a que se trata de una zona militar. En este área de la playa se practica el nudismo.
Es muy recomendable ir a ver al atardecer la puesta de sol sobre el mar en uno de los distintos chiringuitos de la playa, algunos con música en vivo.
Gastronomía para todos los gustos
En el plano gastronómico, Zahara de los Atunes tiene un sinfín de posibilidades, desde las más tradicionales, a las más eclécticas, pasando por restaurantes ya consolidados con buen montaje como Casa Antonio, con una rica oferta de arroces, marisco y pescado fresco.
Entre los más cosmopolitas, destaca Trasteo, que se ha convertido en parada obligada por su cocina viajera con productos locales como base y siempre con una presentación divertida y exótica, como los Mejillones encebichados, flotando sobre una sopa de ají amarillo de sabroso picante, o el Taco de atún con guacamole y cebolla morada, donde el cítrico sabor del plato no impide disfrutar de un túnico en todo su esplendor. También mantienen en la carta platós más tradicionales como el Atún con tomate y huevo frito, una elaboración muy cuidada y casera o la Tortillita de camarones, en la que sustituyen la tortilla por lechuga y abundancia del crustáceo en tempura de potente sabor. Una carta de vinos con referencias curiosas y servicio joven y ágil. En Madrid también se puede disfrutar de estas raciones en su hermano pequeño llamado Kulto, ubicado en la Calle Ibiza.
La estela del Trasteo ha sido seguida por otros cocineros como es el caso de Mezkla Zahara, un restaurante de fusión con los productores de la tierra como protagonistas como el atún, el camarón pero presentados con toques de influencia japonesa o nikkei, como el Tiradito de atún, el Tartar de gambón y aguacate, el Maki de atún picante y el Taco fusión de aún y camarón frito. Menos creativos, aunque ricos, la Ensaladilla rusa a nuestra manera y el Nido de atún y trufa. Una propuesta desenfadada lanzada por profesionales jóvenes hace tan solo un año y medio.
Tradición con fundamento
En el apartado más tradicional, Casa Blas es un clásico de Zahara de los Atunes, donde la protagonista es la parrilla para degustar buenas piezas de atún como el morrillo, barriga y tarantelo; pero sobre todo la carne de retinta (autóctona de la zona) en sus versiones de macho castrado o ternera, una opción muy recomendable.
Además de buen jamón ibérico cortado a cuchillo y al momento, pinchos de concurso exóticos con base de atún y entrantes diversos como las típicas tortillitas de camarón, calamares, gazpacho y ensaladas. Tradición sin complicaciones en un patio alejado del bullicio del centro del pueblo, cerca de la desembocadura de la ría. Para tomar copas al lado del mar y con los pies en la arena, el concurrido chiringuito Lo de Bibi (llamado así en honor a su dueña) es una alternativa muy agradable para las noches calurosas del verano gaditano.
Más información en el número de mayo de la revista Castilla y León Económica
