Nuevo modelo económico basado en la economía social

Por: Juan Carlos de Margarida
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Vivimos en un mundo profundamente injusto, desigual e insostenible. Un mundo donde la discriminación entre personas, sexos, etnias y pueblos es creciente. La diferencia entre países ricos y pobres sigue creciendo y creando un incremento de la exclusión y de la precariedad inimaginable apenas hace unos años.

En la actualidad, se está produciendo una convulsión en las teorías y prácticas económicas. El modelo actual está cuestionado. No ha se ha fundamentado en el bien común. Cuando las empresas, los trabajadores, los Estados y los ciudadanos ganan desproporcionadamente, unos respecto de los otros, se produce un desajuste que en un mundo globalizado como el actual provoca un tsunami en el Estado del Bienestar. Se pierden los valores, se desvirtúan las metas, se persigue el enriquecimiento sin límites, se destruye el medio ambiente, no interesan las generaciones futuras, ni si quiera ya las presentes; en definitiva, se degradan los principios fundamentales de las relaciones humanas olvidándonos del bien común.

Esta realidad no es justificable ni inevitable ya que puede ser modificada por la acción colectiva, el pensamiento crítico y el desarrollo de prácticas alternativas. En medio de esta situación, y dentro de la denominada economía social, solidaria o del bien común se encuentran unos colectivos que en muchas ocasiones pasan desapercibidos pero que, en la actualidad, están adquiriendo una visibilidad e importancia considerable, ya que logran una estabilidad en el empleo, la generación de una riqueza económica y social, y de alguna forma, se constituyen en el pilar sobre el que deben apoyarse tanto los Estados como las empresas y los ciudadanos para lograr cambiar el sistema económico y financiero que nos ha llevado al hundimiento sin retorno del Estado del Bienestar.

Trabajadores

La economía social logra que los trabajadores se conviertan en protagonistas de la marcha de la empresa, que adquieran una formación que logre un empleo estable y de calidad, que los objetivos empresariales tengan como fin último la mejora de la colectividad y que el horizonte temporal de la gestión empresarial, estatal y del ciudadano tenga una visión para los próximos 100 años.

El sector de la economía social en la Unión Europea mueve más de 2 millones de empresas (el 10% del total), el 7% del empleo asalariado, 143 millones de socios cooperativistas y 120 millones de mutualistas. En definitiva, más del 50% de la ciudadanía europea está agrupada en asociaciones, lo que da fe de la gran importancia que tiene el sector de la economía social.

Economía Social

Asimismo, en España la Economía Social es decisiva para el mantenimiento de más de 2 millones de empleos, más del 10% de la población ocupada total. Sólo el sector de mercado de la economía social agrupa a 48.000 empresas, 10 millones de socios, 600.000 empleos directos y más de 70.000 millones de euros de facturación. En Castilla y León, la economía social tiene una gran importancia puesto que cuenta con más de 4.000 entidades entre cooperativas, sociedades laborales, centros especiales de empleo y empresas de inserción, que generan más de 30.000 empleos directos y representan una facturación que supera los 4.000 millones de euros.

En este contexto, las empresas de la Economía Social no sólo constituyen un sólido pilar en materia de empleo, sino que también resultan determinantes para favorecer la cohesión social y la innovación e incrementar la eficiencia productiva y la competitividad empresarial, además de cubrir los servicios que los Estados ya no puedan proporcionar dentro del tan denostado Estado del Bienestar. En definitiva, estas empresas son parte de la solución a esta crisis que ha desestabilizado los cimientos de la economía a nivel mundial convulsionando los pensamientos económicos que han regido nuestras vidas en los últimos 100 años.

Es necesario, por tanto, que las actuaciones de los Estados, las empresas (sobre todo las financieras), los trabajadores, y los ciudadanos dirijan sus acciones hacia la colectividad y hacia el bien común logrando que todos los actores que intervienen, dentro del mundo económico y social, vivan acordes a unas ganancias sostenibles basadas en la decencia de las personas y en la transparencia y ética de los gobiernos y de las empresas.

5 comentarios

  1. Juan Carlos, felicidades por el artículo así como por la Organización de unas jornadas en la Escuela de Comercio sobre Economía Social. La Facultad de Ciencias Economicas de Valladolid ya se sumó a estas iniciativas hace tiempo con gran éxito y seguir este camino es importante.

    Por que es fundamental trasladar a los jóvenes que las empresas no se miden solo por su valor en bolsa, o por el valor que generan sino que hay aspectos que son tanto o más importantes que la propia empresa. Sus trabajadores y lo que estos reportan a la sociedad. Por que sin trabajadores no hay empresas. Por que si el trabajador es parte de la empresa y no se le considera solo un elemento de la fase de producción éste genera más valor, complicidad, esfuerzos,etc…

    Las empresas de la Economía Social son modelos empresariales tan válidos como los puramente mercantiles y que estudiarlos y conocerlos deberían formar parte de los contenidos académicos actuales.

    Por que una Cooperativa no solo son de agricultores o de gente que quiere construir su vivienda. Por que las Sociedades laborales son un modelo mucho más completo que las S.A. o S.L. por lo que aportan sus trabajadores, y por que un Centro Especial de Empleo y una Empresa de Inserción está permitiendo que muchos ciudadanos puedan ejercer su derecho a trabajar ya que la empresa ordinaria todabía no da el paso en la medida que debiera.

    Un abrazo

  2. Os dejo un enlace a un proyecto de documental sobre la Economía del bien común que creo que os puede interesar, tenienedo en cuenta que se relaciona de forma directa con el tema de este artículo. En esta web podrán encontrar vídeos interesantes sobre economía y posibilidades de cambiar las cosas. En sí, la EBC es una propuesta para ir hacia un modelo más justo.
    El proyecto lo mueve la gente de Attac TV.

    http://economiabiencomunfilm.com

  3. Así como el socialismo fue un fracaso económico, no ha sido mayor que el fracaso del más puro capitalismo. Así como los jueces no tiene sentido que ejerzan del cobrador del frac, los economistas no pueden ser “pancarteros” de los grandes grupos financieros. Y en esa estamos, cionstruyendo un nuevo escenario en el que los economistas deben definir su misión.
    Se echa en falta en el programa a las cooperativas de trabajo, a las sociedades laborales y a la Dirección General de Economía Social.

    1. Le agradezco sus comentarios. A la perfección se llega cuando se logran unir las aportaciones de todos como las que usted ha hecho. He de decirle que los economistas tenemos una mision muy definida desde nuestro origen como profesión, incluso antes de ser definida como tal los expertos en materia económica tenían claro que uno de sus objetivos, que estaba inmerso en su misión, era lograr el bien común de los Estados, Empresas y Familias. Todo juicio crítico es bueno para entender la situacion actual.

      Un saludo

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