La situación es insostenible para muchas empresas familiares y así se lo hizo saber Gerardo Gutiérrez, presidente de Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL), a Juan Vicente Herrera, presidente de la Junta, en la presentación de la jornada Cambiando para sobrevivir, organizada por esta agrupación el viernes en Valladolid. En un discurso duro y reivindicativo, Gutiérrez señaló: “presidente, tienes ante ti un grupo de empresas -las menos-, que hasta ahora han podido capear el temporal de la crisis gracias a la innovación, la internacionalización y pertenecer a sectores anticíclicos; pero la mayoría estamos al límite y no podemos aguantar por más tiempo esta situación. Prueba de ello es que ya se han dado de baja de nuestra asociación 15 empresas en los últimos meses y muchas de ellas se hallan inmersas en procesos concursales”.
El presidente de EFCL solicitó a Herrera la adopción de medidas “especialmente urgentes ante una coyuntura económica muy deprimida y con la que estamos bastante preocupados”, que a juicio de la asociación deben adoptarse. La primera de ellas es un acuerdo en materia de financiación, que permita “que los profesionales que dirigen las entidades bancarias y los órganos de supervisión tengan independencia del poder político. Además, los bancos no cumplen con su papel de prestar dinero y no podemos estar parados ante esa situación, hay que buscar soluciones”. Por ello, planteó un acuerdo sobre financiación “que recoja alternativas imaginativas ahora que ha desaparecido la banca regional, como la creación de un fondo de capital riesgo”, matizó.
Por otra parte, demandó un convenio en el ámbito de la I+D+i “para poner el sistema de ciencia y tecnología al servicio de la creación de empresas innovadoras, porque hasta ahora no vemos que haya buenos resultados en esa estrategia de acercamiento universidad-empresa. Ahí detectamos que existe una ecuación perversa: las universidades exigen financiación pública, al tiempo que reclaman un 100% de autonomía”.
En el campo de la educación también reclamó un pacto, “porque nuestro nivel educativo es pobre y tenemos que cambiarlo. Hablamos poco inglés y nos cuesta salir al exterior. Por ello consideramos que hay que cambiar la estructura de nuestras universidades”.
Asimismo, planteó un acuerdo para cerrar el estado de las autonomías, con una reforma constitucional si fuera necesario, “porque nos desconciertan propuestas que no plantean la eliminación de diputaciones y ayuntamientos, cuando el sentido común dice lo contrario. El mensaje real se oculta, porque se intentan realizar cambios pero preservando los cargos. Además, pensamos que hay que deslindar las competencias de cada administración”.
Por último, pidió un acuerdo en estabilidad presupuestaria y el funcionamiento de las administraciones públicas. “Creemos que tenemos buenos gestores pero entendemos que no hay flexibilidad y eso tendría que cambiar y determinar quien tiene que ser funcionario y quien trabajador laboral al servicio de las administraciones públicas”.
Diálogo con la sociedad
Respecto al diálogo social, Gutiérrez indicó que la situación “amenaza con provocar la ruptura entre administradores y administrados. No creemos que en mitad de la tormenta el que lleva el timón tenga que pararse a discutir con los marineros cómo salir de la misma”, en referencia a que, a su juicio, ese diálogo debe establecerse con la sociedad y no con patronal y sindicatos. Y siguiendo con la metáfora, en relación a la situación económica, el presidente de EFCL indicó que el barco “se hunde y la casta política y sindical viaja con billete de primera a la vez que reclama ocupar los botes salvavidas”.
Compromiso de la Junta
Herrera aseguró “tomar nota” de las palabras del presidente de EFCL y añadió: “podemos y debemos hacer muchas cosas”. El presidente de la Junta inició su intervención de respuesta a Gutiérrez con rotundidad. “A mi no se me puede hablar en términos de estricta rentabilidad económica”, al tiempo que señaló que no lleva “20 años en política y 11 como presidente del Gobierno autonómico para que los ciudadanos de Castilla y León puedan considerarme como el principal problema”. El número 1 del Ejecutivo autonómico quiso mirar al futuro con esperanza. “En muchos momentos estamos enredados en una espiral de pesimismo y eso nos paraliza. Y es precisamente la paralización el principal riesgo que debemos evitar. Esta crisis tiene una salida conjunta y fundamentalmente empresarial, porque las empresas son la base de la economía”, aseveró. El presidente afirmó estar convencido de que una de las mejores contribuciones de las administraciones públicas para recuperar el escenario de crecimiento “pasa por observar los objetivos de estabilidad presupuestaria, con decisiones como la reducción del gasto público y el control de salarios. Además, la armonización fiscal debe ser una prioridad en Europa”.
Herrera desgranó las 5 líneas de trabajo para impulsar una “más correcta gestión de los recursos”: medidas de contención del déficit, “que no resuelven el problema de fondo de la administración autonómica pero han generado liquidez”; política presupuestaria “rigurosa y creíble”, con el “reforzamiento” del apoyo a proyectos empresariales y el “gran esfuerzo” de destinar el 3% del presupuesto al ámbito de la innovación; medidas de política fiscal, donde aludió a la bonificación del 99% del Impuesto de Sucesiones y el chorreo sufrido por la aplicación del céntimo sanitario a los carburantes, “cuando desde Europa se dice que es mejor gravar la actividad indirecta que la directa para fomentar el crecimiento, motivo por el que tampoco hemos tocado el tramo autonómico del IRPF”. Respecto a las políticas de reordenación del modelo territorial para evitar duplicidades y cumplir con la máxima: una competencia, una administración, precisó que se trata de un “debate complejo donde no caben fórmulas de laboratorio. Hay que adoptar medidas que nos permitan tener una estructura más eficiente pero no se puede decidir manu militari“, en alusión a la demanda de suprimir diputaciones y ayuntamientos. También hizo hincapié en la renovación de la Agencia de Innovación y Financiación Empresarial y el objetivo de ser capaces de impulsar una administración “más simpática, proactiva y acogedora”.
En cuanto a la educación, Herrera se mostró especialmente molesto con las críticas recibidas e indicó que nuestra región tiene un “buen sistema educativo y tenemos que aprovechar ese potencial. En los 2 últimos informes PISA nuestra región obtiene mejores resultados que Alemania. ¡Coño hay que decirlo!”. Asimismo, recordó que a esta partida se destina un 20% de los presupuestos generales de la comunidad autónoma, en torno a 2.000 millones de euros. Sin embargo, sí asumió la necesidad de revisar el modelo de vinculación de la educación con las necesidades de las empresas.
Tampoco encajó la demanda de profesionalización de las entidades financieras planteada por Gutiérrez: “otro gallo habría cantado si algunas cajas de ahorro regionales hubieran dependido de los poderes políticos”, sentenció. Al tiempo que subrayó el “escaso sentido de comunidad autónoma con el que se comportaron los directivos de algunas entidades financieras castellanas y leonesas”, afirmó que no hay que refugiarse “en la nostalgia de lo que pudo haber sido y no fue”.
Herrera quiso lanzar un mensaje positivo para finalizar y tendió la mano a EFCL: “no nos dejemos vencer por el pesimismo. No nos rendimos ni nos conformamos. Aquí hay sentido de responsabilidad. Es momento de conjurarnos y comprometernos porque juntos hemos recorrido caminos más difíciles. Queremos cambiar y sobrevivir con vosotros”. Y se dirigió a Gutiérrez para decirle: “hoy era el momento de hacer ese discurso, nada confortable”.
En la jornada, inaugurada por Francisco Javier León de la Riva, alcalde de Valladolid, y clausurada por Tomás Villanueva, consejero de Economía y Empleo de la Junta, participaron Rocío Hervella, consejera delegada de Prosol, quien expuso la experiencia práctica de su compañía; Pedro José Escudero y Rodrigo Simoes de Almeida, director general y director general de Banca de Empresas, respectivamente, de Banco Espirito Santo en España; y Jesús Izquierdo y Miguel Ángel Serrano, emprendedores y managing leaders de The Worldgate Group.
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