Para Michelin, 2023 es un año especial ya que celebra el 50 aniversario de su implantación en Valladolid, un período en el que ha fabricado más de 11 millones de neumáticos. Pero esta factoría no sólo tiene pasado, sino futuro, y mucho futuro porque en la actualidad es una de las plantas que lideran los procesos de transformación digital dentro de la compañía a nivel mundial. Además, también está volcada en aumentar la sostenibilidad en sus cadenas de producción, como se demuestra en la puesta en funcionamiento el pasado mes de noviembre de la primera prensa eléctrica de vulcanización, en sustitución de las que utilizan el gas como fuente energética con el objetivo de reducir las emisiones de CO2.
En la actualidad, la fábrica vallisoletana cuenta con una plantilla de más de 1.600 trabajadores, a los que hay que añadir otros 120 de los servicios centrales y 500 empleos indirectos. Su producción roza las 84.000 toneladas de producto terminado, otras casi 166.000 toneladas de productos semiterminados y alrededor de 400.000 neumáticos. Esta planta, que está especializada en la fabricación de neumáticos de turismo de gama media-alta y agrícolas y en el renovado de cubiertas de camión y semiterminados, también afronta la transformación de las líneas de producción hacia productos de mayores prestaciones y mayor valor añadido, como neumáticos para vehículos eléctricos.
Las fábricas de Michelin en España (con presencia en Aranda de Duero, Valladolid, Lasarte y Vitoria) constituyen el principal centro de producción de la multinacional en Europa y el segundo en el mundo, sólo por detrás de EE UU.
Otras actividades
Hoy en día, la marca del Bibendum está aplicando una estrategia para que en el año 2030 entre el 20% y el 30% de sus ingresos procedan de otras actividades al margen del neumático, como medicina, hidrógeno, impresión 3D, experiencias (Guía Michelin) o materiales compuestos flexibles. En esta línea, ya ha desarrollado, en algunas ocasiones en alianza con empresas punteras, un tejido artificial para sustituir a las arterias y venas, una vela hinchable para barcos para reducir el consumo energético, pilas de combustible de hidrógeno o soluciones de movilidad eléctrica para flotas de última milla.
Triple revolución
Además, desde hace varios años, el Grupo Michelin está inmerso en una triple revolución en sus centros de producción, como son una revolución humana, con profundas cuestiones sobre el sentido, la organización y el compromiso; una revolución tecnológica, con la generalización del uso de los datos y las tecnologías digitales; y, por último, una revolución medioambiental, con la acuciante necesidad de conciliar la actividad económica y el desarrollo sostenible.
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