Mercadona ha consolidado su modelo de logística sostenible gracias a su apuesta por una línea de trabajo centrada en la constante optimización de los recursos. Un ejemplo de ello es la conversión de cajas rígidas por otras plegables y reutilizables, que ha aportado beneficios a toda su cadena de suministro, ya que en el espacio ocupado por una de las del primer tipo ahora se transportan tres de las plegables. Esta medida ha contribuido a la disminución de casi 97.000 trayectos de camiones al año, así como a un menor consumo de combustible y de emisiones de CO2 a la atmósfera.
Esto ha sido posible gracias a su relación desde hace ya más de un cuarto de siglo con Logifruit, su proveedor totaler de logística y pionero en introducir el palé de plástico higienizable, reutilizable y reciclable. A lo largo de estos 25 años, trabaja siguiendo las premisas de la política de economía circular promovida por la UE, el sistema 6R (Racionalizar, Reducir, Reutilizar, Rediseñar, Reparar y Reciclar el envase al final de su vida útil). Precisamente, el diseño y los materiales utilizados permiten que palets y cajas completen múltiples circuitos, desde el productor primario hasta la tienda. Su limpieza, fácil reparación y reciclabilidad convierten a Logifruit en un modelo en economía circular, pues tras cada ciclo de uso vuelven al almacén y entran en un proceso automatizado de limpieza y desinfección que garantiza la seguridad e higiene en apenas unos minutos. Este procedimiento persigue el pleno aprovechamiento de las materias primas y alcanzar el residuo cero. Mediante estos envases reutilizables es posible eliminar más de 200.000 toneladas al año de materiales de un único uso.
Además, la colaboración de Mercadona con Logifruit incrementa la seguridad, eficiencia y agilidad en el transporte de la mercancía, optimiza el reparto de rutas, mejora tanto el flujo de productos hasta el lineal como el volumen de entrega a proveedores y refuerza la trazabilidad. Una de las 15 plataformas sostenibles de las que dispone es la de Villadangos del Páramo en León, que suma más de 250.000 metros cuadrados en instalaciones con maquinaria de última generación.
En 2019, la compañía que lidera Juan Roig destinó más de 40 millones de euros a la protección del medio ambiente y continúa trabajando en minimizar el impacto de su actividad. En este sentido, destinará más de 140 millones hasta 2025 en reducir el plástico y gestionar sus residuos a través de su Estrategia 6.25. Por su parte, los proveedores totaler de Mercadona también desarrollan sus propias estrategias en este sentido. Así, en los últimos años han promovido más de 300 medidas con un ahorro de 2.500 toneladas de material de envase, según los datos del Plan Empresarial de Prevención de Ecoembes.
Otro de los proyectos en esta misma dirección es la puesta a disposición de los clientes, a los que la cadena de supermercados denomina El Jefe, de más de 3.800 puntos de recarga para vehículos eléctricos, lo que convierte a la compañía en una de las que mayores redes de recarga pública-privada posee.
Minimizar emisiones
Gracias al trabajo de un equipo de cerca de 50 personas, en el que además está implicada de forma transversal el resto de la empresa, tiene identificados sus posibles focos de riesgo y centra sus esfuerzos en minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero, el consumo de agua y materias primas, el vertido de aguas residuales y la generación de desperdicios. Además, sigue avanzando en implantar sistemas de prevención y gestión en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, como demuestra con su huella de carbono.
En 2023 realizó su cálculo según el estándar ISO 14064, por el que se desprende que ha logrado certificar una reducción de emisiones del 38% desde 2015 hasta 2022 tanto para las emisiones y remociones directas de gases de efecto invernadero como por las indirectas por energía importada. Asimismo, se ha fijado como meta conseguir un 30% adicional en procesos propios en 2030 a través de distintas actuaciones como la instalación de placas solares en tiendas.
Entre las iniciativas implementadas en la compañía, sobresale la contratación de una flota para la distribución a supermercados y carga en proveedores; su apuesta por el Modelo de Tienda Eficiente, con acciones como la estandarización del alumbrado led o la gestión inteligente de consumos y las mejoras en aislamientos de edificios; las medidas de sensibilización y formación para trabajadores y clientes en reducir el desperdicio alimentario; la separación de residuos y envases comerciales; o la implantación del ticket digital. A estas medidas se suman la incorporación de material reciclado en los casos en los que es posible y el rediseño de los envases de marca propia para optimizar la cantidad de material utilizado y elevar el nivel de reciclabilidad.
Más información en el número de junio de la revista Castilla y León Económica