Medgón inicia 2023 con la construcción en Madrid de su primer edificio industrializado en altura con estructura de madera y 4 plantas. Este proyecto será una realidad gracias a las nuevas tecnologías y la innovación impulsadas por esta empresa palentina, que recientemente obtuvo el sello CE y que ha adquirido la patente para poder fabricar en sus instalaciones Kerto Ripa, un sistema idóneo para forjados y cubiertas.
La madera ha sido una constante en esta compañía desde su puesta en marcha hace ya casi 2 décadas, aunque es en la actualidad cuando está empezando a cobrar fuerza como alternativa al clásico hormigón al presentar múltiples ventajas desde el punto de vista del diseño, la construcción, la rapidez y la precisión. “El sector es responsable del 40% del consumo energético del planeta y de al menos un tercio de las emisiones de carbono. Este material encaja perfectamente en modelos de economía circular que permiten reducir la huella de carbono al ser natural y renovable, ahorrando emisiones de C02. Además está considerada una de las materias primas que menos perjudica el medio ambiente, siempre y cuando se obtenga de bosques de gestión sostenible”, explica Estíbaliz González, directora general de Medgón.
Ventajas
Entre las principales ventajas de la industrialización, destacan la reducción del tiempo de ejecución, el control de costes, la mejora de la calidad y la sostenibilidad, la mayor trazabilidad y una mayor seguridad para los trabajadores. “Se dice que la industrialización guiará el futuro de la vivienda y que será la solución para los problemas que actualmente hay en el sector de la construcción, pero como toda revolución industrial se necesitará tiempo para una óptima y correcta implantación”, puntualiza la empresaria.
Desde su constitución, Medgón ha ejecutado más de 300 proyectos, la mayor parte en edificios unifamiliares. Recientemente ha construido 12 viviendas de lujo en Pozuelo de Alarcón (Madrid) y 2 promociones en Burgos. Destacan también dentro del uso terciario otras 3 tuteladas en Ávila con una superficie de 1.000 metros cuadrados para personas con discapacidad para la Fundación Plena Inclusión, la ampliación en Madrid del colegio Waldof o un pequeño hotel en Asturias.
Materiales naturales
Además, su oficina técnica está inmersa en el estudio y desarrollo de varios proyectos de edificios en altura, uno de ellos se construirá próximamente en Burgos. “Nuestras construcciones se rigen por el estándar Passivhaus, el más exigente a nivel mundial en cuanto a eficiencia energética. Utilizamos materiales naturales que no impacten negativamente en la salud de las personas y tenemos el objetivo de que los habitantes de los edificios que construimos puedan vivir más confortablemente gastando menos energía, a la vez que se respeta el medio ambiente”, asegura.
Más información en el número de marzo de la revista Castilla y León Económica
