Luisa Alcalde
La azotea en la última planta de este emblemático rascacielos, desde la que se tiene una espectacular panorámica circular del skyline de Madrid, y las vistas desde las habitaciones más elevadas son el mayor aliciente de este establecimiento hotelero de 4 estrellas. Con cerca de 500 habitaciones amplias y decoración minimalista, el Riu Plaza España cuenta con otro gran atractivo, su ubicación frente a la conocida glorieta, muy próxima al Palacio Real y al de Liria, al monumento más antiguo de Madrid, el Templo de Debod, y a una de las arterias comerciales y culturales más animadas de la capital de España, como es la Gran Vía, que tras la pandemia ha vuelto a recuperar la actividad teatral y musical con sus luminosos anunciando nuevas funciones de éxitos consolidados y también de novedosas producciones.
Un espectáculo musical, una buena exposición en algunas de las pinacotecas más importantes del mundo, junto con algún capricho gastronómico cierran el círculo de una escapada perfecta. La oferta suele ser variada y de calidad, pero la demanda es cada vez mayor, por lo que es aconsejable reservar las entradas con antelación.
Entrada exclusiva para huéspedes
El hotel permite la entrada preferente a sus huéspedes para acceder a la terraza 360 grados de la planta 27, en cuyo acceso se suelen formar largas colas para poder disfrutar de una de las mejores vistas de la capital y jugar a identificar los edificios más emblemáticos y los parques más famosos, que se vislumbran incluso a gran distancia, como si se tratara de una maqueta. El Rui Plaza España también ofrece una pequeña piscina con vistas en la planta 21 y gimnasio. El desayuno, que se sirve en la planta cuarta, es un bufé correcto con fruta, fiambre, bollería, tortilla de patatas, churros y porras y platos calientes.
Como apunte histórico, señalar que el Edificio España, construido entre 1948 y 1953, fue en su día el más alto de nuestro país.
Algunas de las últimas aperturas gastronómicas de cocina tradicional puesta al día son Don Dimas y Leña de Dani García. El primero de ellos, que abrió sus puertas en marzo de 2021 y con claro sabor andaluz, ofrece una propuesta de producto fresco bien elaborado de la mano de Álvaro Garcés Alfaya, chef curtido en afamadas cocinas como la de Martín Berasategui, Carme Ruscalleda y Alain Ducasse.
Decoración Art Decó
Con decoración Art Decó, la carta de vinos de Don Dimas te seduce con muestras interesantes de fino y palo cortado, para completar tu paseo por el sur antes de los entrantes con un buen pan artesano de maíz y cebolla para untar en un excelente aceite de oliva virgen extra Picual Elizondo nº 3 Premium, que tanto por su envase como por su sabor parece un perfume. Como aperitivo de la casa, una Crema de galeras, de potente sabor gracias a este crustáceo propio de todo buen fumé que se precie. La opción de compartirlo todo es muy válida para conocer una muestra amplia de la oferta de este onubense.
Contundente el Steak tartar de vaca con sardina servido en hueso de caña de res para saborear su tuétano; rotundo el Canelón de faisán y cordero; excelso el Arroz cremoso de níscalos, Payoyo y huevo, que recuerda un risotto; racial la Perdiz roja al Jérez con rebozuelos; sustancioso el Pato azulón salvaje en dos cocciones a la naranja; meloso el Tartar de atún de almadraba; y por contra decepcionante la Tempura de pensamientos de cordero y carabineros, por la falta de ligazón de ambos productos y sobre todo por la insipidez de los sesos rebozados y el basto rebozado. El postre Pan, chocolate, aceite y sal, de quitar el sentido.
Leña Madrid
Otro andaluz de renombre, Dani García, que fue laureado con 3 estrellas Michelin en su ahora reconvertido restaurante Marbella, es el que lidera la propuesta de Leña Madrid, un asador que rompe estereotipos y acerca su cocina a casi todas las economías con precios competitivos, como en sus entrantes de verduras a la brasa donde destaca el Aguacate de Málaga a la brasa con queso feta y pesto de cilantro, el Puerro asado al carbón con mortadela trufada de cerdo ibérico y salsa Gribich o el Bimi a la brasa con salsa romescu, para confirmar que la leña no solo es imperio de las carnes, aunque es lo que predomina, con escasa presencia del pescado, tan solo lubina y salmón. Los Yakipinchos o espetos de carne tienen un espacio dedicado en la carta con opciones como las brochetas de muslo de pollo, alitas al limón, magret de pato, ostra de pollo, pechuga de pollo o wagyu. Y también ocupan su sitio las especialidades de cerdo como la pluma o la presa.
Este steakhouse, que abrió sus puertas en junio de 2021 y se ubica en el lugar que antes ocupara el extinto Sant Celoni de Óscar Velasco, en el Hotel Hyatt Regency Hesperia, tiene su plato fuerte en las carnes de res con propuestas como las Mollejas de ternera laminadas y marcadas a la parrilla y limón como hacía mi padre; y el Steak tartar hecho en mesa con carne picada de solomillo, encurtidos y grasa fundida de chuletón. A lo que hay que sumar una extensa oferta que va desde Lomo de Wagyu A5, pasando por el Ribete de Vaca Vieja o el Tomahawk de ternera, hasta el chuletón de buey madurado, procedente de la finca de Terrabuey en Cuéllar (Segovia), quien también es proveedor del establecimiento de Dani García en Marbella. De esta forma, el proyecto liderado por los hermanos Alberto y Jorge Guijarro empieza a estar presente en algunos de los más prestigiosos restaurantes de España, además de en su propio local La Brasería de Cuéllar, que ya se ha convertido en un templo para los amantes de esta carne.
Las guarniciones, a elegir desde las más tradicionales como las Patatas gallegas fritas al momento o los Pimientos de piquillo caramelizados -de chuparse los dedos- hasta las más sofisticadas como la Cebolla cremosa con trufa negra y gratinada con queso. Los postres, ricos, y en especial la Tarta di Rose con helado de mantequilla tostada, que vuela porque se elaboran 50 unidades al día. Leña Madrid se suma a las otras propuestas del chef malagueño en la capital como son Bibo, Lobito de Mar y la braserrie del Hotel Four Seasons de Madrid.
Cocina japonesa en Miyama Flor Baja
Para ponerle el contrapunto cosmopolita y muy próximo al hotel, en plena Gran Vía madrileña, una estupenda opción es el japonés ya casi convertido en clásico, Miyama Flor Baja. De estilo taberna nipona, ofrece una cocina contemporánea con buena calidad de la materia prima. El Sashimi especial del chef con 7 cortes de pescados es un ejemplo de esa mínima intervención que conserva todo el esplendor de un producto fresco de primera calidad. Muy recomendable también la selección de niguiris que permite jugar con algunos fríos, como el de vieira y calamar, o calientes, como el de anguila glaseada o el de tartar braseado con caviar. Y se puede completar con algún tartar o ensalada de algas con marisco de entrante, para finalizar con algún uromaki, como el de Cangrejo de concha blanda en tempura.