La escucha activa en Internet y la monitorización de las conversaciones puede convertir a nuestros usuarios en clientes, porque facilita mucha información sobre sus gustos, demandas y tendencias y permite detectarlos y retenerlos.
Además da claves a la compañía para anticiparse o satisfacer la demanda y constituir nuevas vías de negocio. En esa nueva estrategia se apostará por productos personalizados y servicios de nicho si así lo demandan nuestros distintos tipos de usuarios.