Debido a las peticiones de numerosos asistentes al acto de la entrega de los VI Premios Castilla y León Económica, reproduzco un extracto del discurso de la apertura del evento.
Por sexto año consecutivo, asistimos a la entrega de los Premios Castilla y León Económica, lo que supone un logro para todos, no sólo para nosotros, para los premiados y para los que presentaron sus candidaturas a estos galardones, sino también para vosotros, porque eso significa que aún estáis al frente de vuestras empresas, algo que lamentablemente no todos pueden decir. Recuerdo que al principio de la crisis, allá a finales de 2007, los expertos nos explicaban con letras los posibles escenarios de la evolución económica, ya sabéis, la famosa V, la W o la L. Para no variar, ni uno acertó, pues lo que estamos viviendo me recuerda al título del famoso libro de Joseph Stiglitz, Caída Libre, o si lo prefieren de una manera más gráfica, me recuerda al salto desde la estrastosfera de Felix Baumgarner, sólo que los empresarios no llevamos paracaídas ni nos patrocina una marca de bebidas energéticas.
En los actos públicos de empresarios y directivos, los ponentes intentan destacar los escasos datos positivos de nuestra maltrecha economía para que la moral de la tropa no se venga abajo en esta coyuntura adversa. Yo, como periodista, me puedo permitir la licencia de decir lo que veo, porque como dijo George Orwell, “periodismo es publicar lo que alguien no quiere que se publique. Todo lo demás son relaciones públicas”.
Lo peor aún no ha pasado
¿Y qué es lo que veo? Pues que lo peor aún no ha pasado. Y os voy a dar dos datos para respaldar mi tesis: en 2013, la economía de Castilla y León registrará una recesión del 0,9%, casi el doble de la media española; y la tasa del paro se disparará hasta rozar el 20%, con lo que tendremos casi 250.000 parados en una población de apenas 2,5 millones de habitantes.
Algunos me llamarán agorero, pero esos datos no son de cosecha propia, sino de la Junta de Castilla y León, que baraja esas previsiones económicas en los Presupuestos Regionales de 2013. Y como todos sabemos que las previsiones de los gobiernos son siempre muy optimistas porque nunca coinciden con las proyecciones de los organismos internacionales, pues rápidamente pueden deducir que los datos económicos de Castilla y León son susceptibles de empeorarse a lo largo de 2013.
Eso en cuanto a la coyuntura macroeconómica, pero ¿qué ocurre con la economía real? Pues los datos tampoco son mejores. Fijaros bien, en los nueve primeros meses de 2012 han desaparecido un total de 982 empresas de Castilla y León, un 13% más que en el mismo período del pasado año, que ya fue un ejercicio malo por los numerosos cierres de empresas. Además, en los tres primeros trimestres de 2012, la creación de empresas en Castilla y León registró una caída del 2,5% y la inversión empresarial se desplomó un 47%.
Después de cinco años de crisis, la situación, lejos de mejorar, vuelve a empeorar. Se destruyen más empresas, se crean menos negocios, la inversión baja y el desempleo aumenta. ¿Y cuál es la peor consecuencia de esta recesión? Sin lugar a dudas, la descapitalización de talento. Para mí, hay un dato más dramático que los anteriores, y es que muchos jóvenes españoles se tienen que ir a otros países para labrarse un futuro.
‘Generación exilio’
Eso que llamamos con eufemismo como la generación mejor formada de la historia se está marchando a otros países para poder labrarse un futuro que no encuentran en esta tierra. Desde enero de 2011, un millón de personas se ha ido del país, es decir, a una media de 200 al día, en lo que ya se conoce como la generación exilio. Eso es un gran fracaso colectivo, porque perdemos la cuantiosa inversión en la formación de esos jóvenes y exportamos materia gris que aumentará la competitividad de otras tierras. Además, no nos engañemos, muchos, muchísimos, no volverán; se habrán ido para siempre los más ambiciosos, los más inquietos, los más dinámicos, los que no se conforman con el futuro incierto que les ofrecemos aquí.
Y si hay alguien que está sufriendo con toda crudeza este duro invierno económico es el sector de los medios de comunicación. Para no aburriros, os voy a dar un par de pinceladas sobre la crisis en la prensa escrita: en sólo cuatro años, la inversión privada se ha reducido un 50%, que es tanto como decir que de la noche a la mañana desaparece la mitad del mercado en el que compites; la inversión pública también ha caído en picado; y en el período 2007-2011 han desaparecido más de cien medios de comunicación y han sido despedidos 6.300 periodistas en nuestro país.
Éste es el escenario en el que se desenvuelve Castilla y León Económica y, por eso mismo, hoy queremos aprovechar este acto para agradecer públicamente el apoyo que nos dan nuestros lectores, internautas, suscriptores y anunciantes, porque, sin ellos, hace tiempo que habríamos desaparecido.
Nuevos proyectos en 2013
Sin embargo, y lejos de amilanarnos, afrontamos 2013 con nuevos proyectos, que os comunicaremos en breves fechas, y con la seguridad que nos da tener vuestra confianza, porque con la crisis nos hemos encontrado que la información económica y empresarial cada vez interesa más, por lo que que Castilla y León Económica gana lectores y suscriptores mes a mes.
Además, hemos realizado una apuesta fuerte por Internet, donde la web www.castillayleoneconomica.es se ha convertido en el portal de referencia de nuestra región para buscar información especializada. En la actualidad, nuestra web está posicionada en la primera página de los principales buscadores de Internet, como Google, y es visitada por internautas de más de 60 países de cuatro continentes. También acabamos de poner en marcha una sección de videoblogs, que completarán los análisis de nuestro prestigioso equipo de blogueros.
Asimismo, tenemos una presencia activa en las redes sociales, con perfiles en Twitter, Facebook o Linkedin, por citar las principales, donde ya contamos con miles de seguidores. Y como muchos sabéis, enviamos todos los días a primera hora de la mañana una newsletter a más de 16.500 personas. Además, nuestros suscriptores, por tres euros al mes, o lo que es lo mismo, el precio de dos cafés, reciben la revista en papel, la newsletter diaria, los avisos de las nuevas empresas creadas en Castilla y León según los datos del Boletín Oficial del Registro Mercantil; y las licitaciones, concursos públicos, subvenciones y subastas de Castilla y León. Por 3 euros al mes, os enviamos una completa información porque creemos que en esta época convulsa es totalmente necesario estar informado de lo que ocurre en nuestro entorno más cercano.
Noticias para inculcar esperanza
Y ahora os hago un ruego, por favor no dejéis de enviarnos noticias a la redacción, contadnos lo que hacéis y cómo lo hacéis, compartir vuestros proyectos, vuestros éxitos y vuestras iniciativas porque así cumplís un doble objetivo. Por una parte, difundir el nombre y el conocimiento sobre vuestra empresa tanto en la revista Castilla y León Económica como en nuestra web, que como os he dicho recibe visitas de internautas de más de 60 países; y por otra parte, considerarlo como una obra social, porque la sociedad de Castilla y León está necesitada de noticias empresariales positivas, que inculquen esperanza en este ambiente de desánimo; y eso sólo lo podéis hacer vosotros.
Con estos análisis sobre la economía de Castilla y León y sobre los medios de comunicación, más de uno pensará que dan ganas de marcharse y decir “que el último apague la luz”. Pues no, todavía hay motivos para la esperanza, y no hablo de los brotes verdes apuntados desde los discursos oficiales, sino de la realidad a pie de calle. Para mí, el único motivo de esperanza sois vosotros, los que todavía aguantáis en vuestras empresas tras cinco años de dura crisis, los que todavía tenéis encendida la ilusión para mantener y dirigir vuestros negocios. Como reflejo de esos empresarios y directivos que luchan por seguir en la brecha, tenemos las 119 candidaturas presentadas a los VI Premios Castilla y León Económica, que demuestran, sin lugar a dudas, el dinamismo de nuestras empresas, incluso en plena crisis.
Como os decía, el único motivo para mantener viva la esperanza es el ejemplo que nos transmiten los empresarios y directivos que son capaces de sacar adelante sus negocios en esta tormenta perfecta que ya pasará a la historia como un huracán económico. Leyendo los proyectos de las candidaturas presentadas a los premios he podido sentir el tesón, el esfuerzo, la imaginación, la ilusión y el coraje de una clase empresarial y directiva capaz de aislarse de la depresión colectiva que sacude a la sociedad castellana y leonesa para centrarse en lo que mejor saben hacer: mantener sus negocios, y con ellos generar empleo y riqueza en una región que se ha empobrecido en los últimos cinco años.
Además, de las candidaturas presentadas, hay dos datos que quiero destacar en público porque son muy positivos. En primer lugar, deciros que casi el 28% de los proyectos se ha presentado a la categoría de Producto Más Innovador, un porcentaje que desmiente la imagen conservadora y tradicional de esta tierra.
Jóvenes empresarios
Y por otra parte, quiero destacar que como novedad en la Sexta Edición de los Premios Castilla y León Económica incorporamos la candidatura de Mejor Empresa Joven; y os tengo que decir que la sorpresa ha sido mayúscula al presentarse un total de 27 candidaturas a esta categoría. Para mí, el mérito de estos jóvenes empresarios es doble porque son capaces de emprender un negocio en las peores circunstancias posibles. Con una idea y escasos recursos económicos, estos jóvenes tienen como principal capital su ilusión y sus ganas de nadar contracorriente al fundar su empresa en un país con un mercado deprimido. Estos jóvenes, no me cabe la menor duda, son lo mejor que tiene la sociedad de Castilla y León, así que os pido que los protejamos como un tesoro, como un patrimonio de incalculable valor.
En definitiva, las 119 candidaturas presentadas a los VI Premios Castilla y León Económica reflejan el grito de un grupo de empresarios y directivos que dicen a la sociedad de Castilla y León: nosotros estamos aquí, nosotros no arrojamos la toalla, nosotros seguimos peleando para sacar adelante nuestros negocios, nosotros seguimos confiando en esta región, nosotros no nos rendimos.