Los países en los que sus habitantes y organismos tienen mayor libertad a la hora de utilizar Internet presentan un riesgo menor de sufrir ciberataques, pero sufren la misma falta de transparencia en las políticas de privacidad que los que viven en países cuya libertad está más limitada, según la compañía Avast, que define este concepto como la combinación de libertad digital, ciberseguridad y privacidad, sumada a la capacidad del usuario de hacer uso de Internet de forma abierta, regulada, privada, informada y segura.
Según este informe, las personas que viven en países libres tienen un 30% de riesgo de ser víctimas de ciberataques, frente al 36% de las personas que habitan en Estados más opresores, debido a factores como la violación de los derechos de los usuarios, la prohibición de la encriptación, la vigilancia estatal a gran escala o la recopilación de datos personales.