Los ministros de Economía de los Veintisiete fracasaron, tras 16 horas de negociaciones, en su intento de lograr un acuerdo sobre la nueva norma de la UE cuyo objetivo es reforzar el capital de los bancos y aumentar así su resistencia frente a futuras crisis.
George Osborne, ministro de Economía británico, -que pedía más libertad para fijar unilateralmente requisitos de capital más exigentes para sus entidades nacionales- rechazó el último compromiso presentado por la presidencia danesa alegando que le haría parecer “un idiota” ante la opinión pública, la industria y los socios internacionales.
Margrethe Vestager, ministra danesa, sostuvo al término de la reunión que el acuerdo está “muy cerca” y que sólo quedan pendientes “temas técnicos” para confirmar el compromiso durante la próxima reunión del Ecofin que se celebrará el 15 de mayo.
Desencuentro
El principal punto de discrepancia es el grado de flexibilidad que se debe permitir a cada país, cuestión que enfrenta a Reino Unido, Suecia y Polonia, que reclaman poder exigir requisitos extra de capital a sus bancos, con Francia, Italia y la Comisión, que defienden una armonización máxima en la UE para evitar distorsiones de competencia.
La última propuesta de la presidencia danesa deja libertad a los Estados miembros para pedir a sus bancos un recargo adicional de capital del 5% sobre su exposición a créditos nacionales. Al mismo tiempo, introduce un procedimiento de mediación obligatoria a cargo de la Autoridad Bancaria Europea si un país se siente perjudicado por el aumento de capital decretado por otro Estado miembro.
Postura española
Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad del Gobierno español, abandonó la reunión antes que otros homólogos tras asegurar que la presidencia danesa había respondido a sus preocupaciones y defender que los bancos españoles ya superan los requisitos de capital previstos en la nueva norma de la UE.
La norma en cuestión tiene como objetivo incorporar a la legislación de la UE las reglas internacionales de Basilea III. Para ello, fija un capital del 8% de los activos ponderados por riesgo. De este capital, la cuota que debe ser de la mayor calidad (common equitiy tier 1) aumenta del 2% al 4,5% y el tier 1 del 4% al 6%.
Además de estos requisitos, la norma introduce 2 colchones de capital: uno del 2,5% idéntico para todas las entidades de la UE y un colchón anticíclico, que se alimentará durante los buenos momentos y se consumirá durante las crisis, con un tope también del 2,5%.
Europa Press / Castilla y León Económica