Recientemente asistí a una conferencia de David Gómez titulada Los retos de una start up para atraer talento, que me dejó bastante perplejo. El ponente, que participa en varias start up, dijo que estas sociedades “no son empresas”, una afirmación que creo incorrecta.
Repasando el vídeo de la charla, he ido apuntando algunas de las frases que David nos dejó en la jornada de El Norte de Castilla, entre las más destacadas tenemos:
• Los emprendedores crean una start up para después crear una empresa.
• Una start up no es una empresa.
• Los que crean start up no son empresarios.
• Las start up nacen para morir.
• Las start up son una escuela de aprendizaje.
• Las start up son lugares de aprendizaje, lugares de caos.
• No tienes que ser un gestor profesional de empresa.
• Todos los días te das cuenta de que te has equivocado.
• Los mejores trabajadores no los encuentras en las universidades.
• Las universidades no fomentan que los estudiantes tomen riesgos.
• Para retener el talento tienes que ofrecerles un buen ambiente de trabajo, se tiene que sentir que confías en ellos plenamente.
• Necesitas gente muy buena.
• El principal problema de las start up es la gente.
• En las start up no puedes hacer carrera profesional.
• A los mejores trabajadores hay que ir a buscarlos.
La verdad es que puedo suscribir las mayoría de las frases casi por completo, pero la idea nuclear de que una start up no es una empresa me cuesta horrores aceptarla.
Definición
La Wikipedia define start up como “una empresa de nueva creación o compañía startup o start up es un negocio con una historia de funcionamiento limitado, que se distingue por su perfil de riesgo/recompensa y sus grandes posibilidades de crecimiento (escalabilidad). Generalmente son empresas asociadas a la innovación, desarrollo de tecnologías, diseño web, desarrollo web, empresas de capital-riesgo”. Si aceptamos esta definición como buena, sacamos varias conclusiones. La primera es que sí son empresas, la segunda es que son empresas de unas características muy específicas y que tienen alto perfil de riesgo y que en general van asociadas a la innovación y a la tecnología.
Si sustituyéramos la palabra start up por empresa en casi todas las frases, la afirmación sería igual de sostenible, pero lo que más me cuesta asumir, aparte de que no son empresas, es que los “emprendedores de start up” no son empresarios, o que no tienes que ser un gestor profesional de empresa. Creo que esto se debe, en gran medida, a que hemos quemado el término empresario y que lo intentamos sustituir por el de emprendedor, que suena mejor; y en segundo lugar, porque hemos mezclado las churras con las merinas, y pensamos que la innovación no existe en las empresas, o que las empresas no son lugares de aprendizaje o que las empresas no deben cuidar el ambiente de trabajo.
En resumen, mi opinión es que una start up es una empresa, que tiene una características peculiares, y que muchas de las ideas que plantea David en su charla existen o debieran existir en las empresas y viceversa.
Me alegra mucho que estemos de acuerdo en muchas cosas.
La realidad es que me guste o no, una startup es realmente una empresa (con su forma jurídica). Sin embargo mi afirmación, hace hincapié en el carácter de aprendizaje y de búsqueda de modelo que tienen este tipo de organizaciones. Sin entrar en cuando una startup deja de ser startup y pasa convertirse en empresa, para mí el aspecto clave, es el concepto “búsqueda de modelo”.
Habiendo dicho eso, comparto que mucho de las “perlas” de mi charla que has rescatado son aplicables a la mayoría de las empresas, no solo a las startups… es más… ojalá en toda empresa hubiera una startup… casí es como afirmar que en todo adulto debiera vivir un punto de adolescente… 🙂
Gracias por su artículo