Explorábamos hace unos días cómo la exportación de Castilla y León está enormemente concentrada en muy pocas empresas. Tan sólo las diez primeras exportan el 65% del total, y si a eso añadimos la fuerte sectorialización de nuestras ventas al exterior, no sorprenderá encontrar que en esa lista de avanzados se encuentran: Renault, Michelín, Iveco, Bridgestone , Nissan o Ficosa. Estas empresas pueden tener su sede principal en Castilla y León o en otras regiones, pero sus operaciones desde aquí son importantes y dan un gran volumen a nuestras exportaciones.
Si echamos un vistazo a la lista que recoge las grandes (no necesariamente son todas las primeras en ese orden), reconocemos que el capital que las mueve no es precisamente autóctono. Fijémonos en el número de empresas de capital extranjero que pueden reconocerse a simple vista. Debido a la dificultad de obtener información fiable en este terreno, tenemos que decir que aunque sí son todas las que están, probablemente no están todas las que son.
También hay honrosas excepciones en las empresas que sí han nacido y crecido en Castilla y León y que deberán ser, sin duda, las que marquen el camino a las 4.000 empresas exportadoras restantes, cuyo reto ahora es aumentar su presencia, su volumen y valor de exportaciones y diversificar el perfil de nuestra oferta exportable. Y aún más, conseguir permanecer, que no es poco. Escuchando a mi compañero de blog Alberto Cagigas durante la ultima edicion de los Premios Castilla y León Económica-ForoBurgos, constatamos que la dificultad en estos momentos está en mantenerse, hazaña que por supuesto ha de replicarse en el exterior. Quizás en otra ocasión profundizaremos más en el análisis de las pymes para que “no repitan” exportaciones.
Está claro que las grandes empresas exportadoras son multinacionales y la mayoría de capital extranjero, aunque en tu ranking también se muestra una tímida presencia de algunas compañías de capital regional como Gullón, que sirven de ejemplo para otras, incluidas las pymes, que se plateen acomter el salto a los mercados exteriores.
El esfuerzo que hacen las pymes para internacionalizarse es enorme y más cuando en la actualidad la situación económica no acompaña porque ya es complicadísimo sobrevivir al día a día. Sin embargo, tengo la certeza de que aquellas que han iniciado esta aventura en el exterior se aferran con uñas y dientes para satisfacer al nuevo mercado conseguido y mimar las demandas de sus nuevos clientes.
No cabe duda de que las que ya han empezado se van a aferrar a esta cartera exterior con toda su energía. Y eso lo saben bien las que empezaron antes de la crisis mundial, que es más crisis para unos que para otros. Las que no lo hicieron , porque aqui lo tenían todo vendido, ahora se lamentan…..pero sin duda llegarán mejor las que se lamentan menos y creen más en su empresa y su futuro.
Los esfuerzos de apoyo a las Pymes que nunca han exportado para que lo hagan pienso que están mal enfocados. ADE: menos oficinas comerciales, trajes de marca y jóvenes-pero-suficientemente-preparados (Rolex ellos; CH, ellas) en Arroyo de la Encomienda; y, más recursos directos para que las empreasas puedan organizarse por si mismas, pero de verdad: créditos blandos a la actividad exportadora; exenciones fiscales; etc; etc; etc…
Luchar contra esa concentración de las exportaciones es muy complicado por muchas pymes que se animen a exportar. Es necesario aumentar la base de pequeños negocios exportadores y también el número de los países destino para evitar riesgos. Con la crisis tan aguda, es casi un consuelo saber que esas grandes empresas y multinacionales siguen aquí, porque la deslocalización está al orden del día.
ante esta situación, efectivamente tenemos que ayudar a nuestras empresas a salir y a las que puedan generar riqueza a entrar. Convendría una reflexión y una modificación sobre las dificulatdes que encuentran quienes quieren implantarse aquí.
Según el informe del Banco Mundial, España ocupa el lugar 49 en un ranking de países donde es más fácil hacer negocios (otro día habalrmeos más en profundidad sobre este informe), pero sorprende comprobar que en Arabia Saudí o en Georgia es más fácil hacer negocios…¿o no?
Desde luego que tenemos ejemplos muy honrosos, de empresas autóctonas….casi siempre pocas en su sector. Pero su trabajo ha ido de la mano de otras parecidas ubicadas en cualquier parte del territorio nacional e internacional. Ahí tenemos un problema, algunas empresas se encuentran “solas” en su aventura porque el resto de productoras o prestadoras de servicios similares están fuera de nuestra comunidad…¿habrá llegado el momento de reivindicar de nuevo que lo importante no es el origan de la empresa sino su destino-objetivo?