Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social, avanzó que la reforma laboral en la que ya trabaja el Gobierno de Mariano Rajoy intensificará la colaboración entre las empresas del sector privado y los servicios públicos de empleo para favorecer la contratación de parados. De acuerdo con sus datos, las oficinas del Sepe (antiguo Inem) sólo consiguen colocar al 3% de los desempleados, unos resultados que “no son buenos” en un país con más de 5 millones de personas buscando trabajo.
La responsable gubernamental subrayó que la prioridad de la reforma laboral será contribuir a crear empleo, por lo que se centrará en 4 líneas básicas: la empleabilidad ya mencionada, la estabilidad en el empleo, la formación a lo largo de toda la vida laboral y la flexibilidad interna en las empresas para que “cuando vengan mal dadas, empresarios y trabajadores puedan adaptarse a las circunstancias del mercado y los ajustes no se produzcan vía despidos”.
“Queremos luchar contra un mercado laboral demasiado rígido y que tiene demasiada dualidad”, remarcó la ministra, que reiteró que la idea del Gobierno es “presentar” la reforma laboral en el primer trimestre del año.
Europa Press / Castilla y León Económica