Este pasado domingo, entre las 20.00 horas y las 23.00 horas, tuve el placer de disfrutar junto a un grupo de amigos de nuestra magnífica selección de fútbol. Del deporte en sí no sé casi nada, aparte de conseguir entender el fuera de juego y por qué el portero unas veces devuelve el balón con la mano y otras con el pie. Pero lo que sí sé es qué se siente ante un grupo de chicos vestidos de rojo que han hecho que por fin enarbolemos la bandera común. No sé si ellos son conscientes del favor que nos hacen a todos, y especialmente a nuestras empresas al colocar a nuestro país en el mapa y sobre todo en el escalón de los ganadores.
Ya sabemos que ganar una Eurocopa no eleva la cuenta de beneficios de una empresa que está vendiendo válvulas de precisión o ingeniería de obra civil, pero no cabe duda de que su interlocutor sí va a saber de dónde procede, que inmediatamente le van a venir las imágenes de un grupo ganador rodeados de rojo y amarillo por todas partes. (Hay multitud de artículos hablando de la mejora de nuestra imagen país por tener un equipo ganador gracias al sacrificio y al esfuerzo).
Diversidades poco oportunas
Lo que no se va a entender más allá de nuestras fronteras es por qué, al final, cada uno de los 22 jugadores se transforma envolviéndose en banderas de colores diversos: blanquiazul, verdiblanco, rojo-verde-blanco… Sabemos que nuestro país se hace de la unión en la diversidad, pero, a la hora de vendernos esa dispersión en nuestra imagen no ayuda casi nada. Difícil tarea la de los expertos en marketing al tratar de vender una imagen conjunta si, ni siquiera en esto, nos ponemos plenamente de acuerdo.
Lo mismo que vimos ustedes y yo en la celebración de la Eurocopa en el campo, es lo que debe sentir un inversor extranjero cuando se dirige a las embajadas españolas en su país. ¿Hay una España o 17? Seguramente le cabe la pregunta: “pero ¿de dónde dicen que es la selección que ha ganado los últimos tres grandes hitos del fútbol mundial?”. Hacer Marca España es cosa de todos y en todo momento.
Hola Isabel:
Muy oportuno tu post. Evidentemente, el triunfo de la Selección Española de Fútbol en la Eurocopa’12 no va a reducir el paro, ni a aliviar la prima de riesgo, ni a aligerar el abultado déficit público, ni a solucionar muchos de los problemas económicos a los que nos enfrentamos. Pero lo que sí es seguro es que sirve para poner a España en el mapa del mundo y aumentar las empatías hacia nuestro país. El deporte español está haciendo por la Marca España más que cualquiera otra disciplina y es el mejor escaparate para vender el potencial de un país que no atraviesa por su mejor momento.
Un abrazo.
Acabo de oír:
Publicitar la marca ESPAÑA en el mundo con la visibilidad que dio el triunfo de la selección española de fútbol, hubiera costado 14.000 millones de euros. No sé si es exagerado.
Datos de los empresarios de hostelería: Aumento del 40% en su actividad el domingo durante el partido.
Los patrocinadores de la selección española de fútbol han multiplicado por cuatro el retorno de su inversión publicitaria con la victoria de la selección española de fútbol.
Tiene usted razón un grano no hace granero pero ayuda al compañero. Ahora sería importante no tirar por tierra y garantizar la continuidad de esta pequeña inversión que nos han ofrecido.
Gracias por su bues post
Aunque las cifras oficiales no son siempre fiables, no es menos cierto que los triunfos de La Roja (y de Nadal y de Alonso y de mi querida Marta Dominguez) nos ponen en las pantallas de TV de todo el mundo, y esto traducido a una campaña publicitaria no tiene precio. Por eso, ahora más que nunca diría yo, debemos ser todos conscientes de que la imagen cuesta mucho crearla (que les pregunten a cualquiera de los mencionados), pero que se difumina y se pierde “en un verbo” (como decía mi abuela).
A ver si conseguimos poco a poco que cantar aquello de “yo soy español, español,español….” no nos de vergüenza. POr cierto, me encantó oirselo cantar a F. LLorente ayer durante la celebración.Muchas gracias por vuestros comentarios.
Totalmente de acuerdo con el artículo y deberíamos aprovechar todas las oportunidades que tengamos para promocionar la marca ESPAÑA.
Isabel,
Muy interesante el post; estos acontecimientos nos ponen en todo el mundo como marca de éxito deportivo que nosotros mismos estropeamos desgarrando y dividiendo esa marca país en submarcas movidas por sentimientos ideológicos y políticos que lo único que provocan es desconfianza; quien nos va a tomar en serio como país si nosotros mismos nos empeñamos en diferenciarnos ??
Mi comentario coincide plenamente con el tuyo: la marca España no termina de conseguir sus frutos entre otras cosas porque nososotros mismos le quitamos fuerza llamándola por ejemplo la roja … no es un poco contradictorio querer hacer marca “España” cuando la definimos como la roja ?? … una de las primeras claves para generar marca en cualquier ámbito es que se defina siempre bajo el mismo nombre, marca o siglas … entonces porque no cambiamos esa tontería de la roja por simplemente España o Selección Española ??. Intentemos unir nuestros canales de marca (selecciones, deportistas, empresarios, ….) con la marca España y conseguiremos mejores resultados si probamos a llamar a la selección española España en vez de la roja, o a Nadal el deportista español en vez del mallorquín, o a Amancio Ortega el Empresario Español en vez de gallego, … lógicamente usando sólo insignias o colores que nos definan (España=bandera española) … quizás esta reflexión pueda sonar un poco vacía de importancia pero por lo menos así sería consecuente la acción con el objetivo.
Saludos
Efectivamente, por más que nos empeñamos, al menos dentro del suelo patrio, seguimos esquivando la palabra español. Esto ya viene de muy atrás, cuando en los libros de primaria la lengua española que yo estudie se transmutó en lengua castellana. No quiero entrar en discusiones lingüisticas (para las que no estoy en absoluto autorizada), pero aquel reconocimiento al resto de lenguas del territorio español sembró en alguna medida esta dispersión de imagen que hoy tenemos , y sufrimos.
En todo caso yo quiero creer que nuestros Nadal, Amancio Ortega, Pau Gasol, Botín y demás cuando están allende las fronteras , dirán que son españoles, mas que nada por aquello de que a lo mejor un ciudadano de Indianapolis, o de Brasilia no ubica muy bien Menorca o Arteixo.
En fin, que a todos nos gusta que nuestro terruño tenga su minuto de gloria pero debemos apelar a la responsabilidad general para no hacerlo cuando vaya en perjuicio de todos.
Gracias por tus comentarios Juan.