Volcado literalmente sobre el Adriático, el Hotel Excelsior es la opción más acertada para alojarse en Dubrovnik (Croacia), desde el que se obtiene una de las mejores vistas de esta ciudad de postal. Frente a la feraz isla de Lokrum, donde naufragó Ricardo Corazón de León y que siglos más tarde fue conquistada por Napoleón, este establecimiento de cinco estrellas ofrece unas habitaciones correctas decoradas en tonos neutros y camas king, con baños modernos decorados en mármol. Es aconsejable solicitar una estancia con vistas al mar, a ser posible en el edificio antiguo totalmente restaurado, cuya arquitectura conserva el encanto de tiempos pretéritos. Sólo por la imagen desde el balcón de esta ciudad de cuento de hadas y el sonido apacible del Adriático en el transcurrir de la noche merece la pena alojarse en el Excelsior.
También hay que destacar sus terrazas sobre el mar para desayunar, beber un cocktail mientras se ve morir el día y disfrutar del sol y de un baño en unas de las aguas más cristalinas del mundo. Para relajar el cuerpo, sobre todo los cuádriceps tras haber recorrido la muralla de Dubrovnik -de visita obligada-, es muy recomendable disfrutar del Spa del Excelsior, que posee una amplia piscina, jacuzzi, sauna, baños turcos y duchas ciclónicas, aparte de una apetecible carta de tratamientos. El desayuno ofrece un bufé con abundante fruta, yogures, cereales y platos calientes, además de variedades de pan y repostería artesana, donde destacan sus croissants. Una carta permite solicitar elaboraciones con huevo y zumo de naranja natural sin incrementar el precio del desayuno. El personal es atento y profesional y sorprende que una gran mayoría hable castellano con bastante fluidez.