Juan Carlos Suárez-Quiñones, consejero de Fomento y Medio Ambiente, entregó este viernes una placa de reconocimiento a las 64 empresas de Castilla y León por su esfuerzo en la gestión ambiental durante 2017. De ellas, especialmente a la empresa La Sepulvedana, la única que voluntariamente implantó el sistema de gestión y auditoría medioambiental EMAS, reglamentado por la UE que evidencia una relación positiva entre economía y medio ambiente.
El Ejecutivo autonómico reconoció, en este sentido, “el esfuerzo que ha hecho la empresa La Sepulvedana”, que en 2017 se sumó voluntariamente al sistema de gestión y auditoría medioambiental EMAS, homologado por la UE, que implica la verificación por analistas acreditados que constatan la reducción de los impactos ambientales adversos, la optimización de los procesos de producción y la mejora de la eficiencia en el uso de los recursos, así como su difusión y comunicación a los grupos de interés y al conjunto de la sociedad.
“La difusión de estas prácticas al conjunto de la sociedad sirve de ejemplo de comportamiento responsable y comprometido y evidencia que existe una relación positiva entre economía y medio ambiente”, apuntan desde el departamento dirigido por Suárez-Quiñones,
22 empresas
Con La Sepulvedana, son ya 22 las empresas que cuentan con el distintivo EMAS en Castilla y León, entre ellas, la farmacéutica Glaxo y su centro de Aranda de Duero (Burgos); energéticas, como Iberdrola, Gas Natural Fenosa y Endesa; cementeras, como Cementos Portland; alimentarias, como Acor, cervezas San Miguel y leche Celta; e incluso administraciones y empresas públicas como el Ayuntamiento de Ponferrada, la Fundación Patrimonio Natural y el Grupo Tragsa.
Además, Suárez-Quiñones reconoció también a las 63 empresas que obtuvieron su autorización ambiental en 2017, requisito indispensable para explotar la totalidad o parte de sus instalaciones. Para conseguirlo, el promotor debe acreditar que los posibles focos de contaminación y los riesgos de accidentes mayores cuentan con sistemas y protocolos para minimizarlos. Estas autorizaciones se revisan periódicamente para adaptarlas a las mejores técnicas disponibles en cada momento, a fin de reducir progresivamente la incidencia ambiental.
Sector
En Castilla y León hay 846 instalaciones que cuentan con autorización ambiental, de las que 575 son ganaderas. En este régimen se encuentran las empresas productivas con mayor volumen de facturación de la comunidad autónoma, con una cifra anual superior a los 13.000 millones de euros. La autorización ambiental supone la creación de un centro importante de producción y paralelamente de empleo, ya que los centros de menor entidad no requieren esta autorización.
De las 63 empresas que han obtenido la autorización este año, 47 están relacionadas con el sector agroganadero, porcino en su mayoría, y las restantes son instalaciones relacionadas con la gestión de residuos, producción de aluminio, tableros, automoción y productos farmacéuticos.
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