Milagros Marcos, consejera de Agricultura y Ganadería, visitó Támara de Campos (Palencia) con motivo de las obras realizadas para finalizar la infraestructura parcelaria de 2.384 hectáreas de regadío y secano, incluidas en la modernización de 950 hectáreas de regadíos del Sector F del Pisuerga, que afecta a 214 propietarios de los términos municipales de este municipio palentino, fundamentalmente, y también en pequeñas superficies a los términos de Amusco, Santoyo, Frómista y Astudillo de la misma provincia.
En total, las obras suponen una inversión total final de 9.489.490 euros por parte de la Junta de Castilla y León, financiadas por la Consejería de Agricultura y Ganadería y la empresa pública Seiasa con la aportación de la Comunidad de Regantes.
Obras de concentración parcelaria
Las obras de concentración parcelaria que se llevan a cabo sobre todo en Támara de Campos (el 86% de la superficie) y en los otros 4 municipios palentinos (Amusco, Santoyo, Frómista y Astudillo) afectan a un total de 2.383,3 hectáreas, de los cuales 895,5 corresponden a superficie de regadío y 1.487,8 a superficie de secano.
Los propietarios de este sector F del sistema Pisuerga en la concentración de parcelas son 214 entre secano y regadío, y el número de parcelas que entró en concentración fueron 2.004, que se convirtieron después de la concentración en 607 fincas de reemplazo. De una superficie media de 1,18 Ha/parcela, se ha pasado a 3,89 Ha/parcela, o lo que es lo mismo, se ha multiplicado por 3,3 el tamaño de las parcelas.
Las obras de infraestructura rural contemplan la realización de 59,6 km de caminos y actuaciones en 68 km de desagües, de los cuales son de nueva ejecución 6,8 km (el resto son limpiezas y acondicionamientos de los desagües existentes).
En el ámbito económico, el valor añadido bruto de una hectárea modernizada es un 30% superior a una que no lo está y, además, en las zonas modernizadas se reducen los costes para el riego por aspersión un 35% respecto a las zonas sin modernizar.
Por último, los beneficios medioambientales también son considerables ya que la modernización permite la optimización del uso del agua, como se citó anteriormente, y permite también una reducción de la contaminación difusa que puede cifrarse, por ejemplo, en una disminución del abonado nitrogenado de entre un 25 y un 30%, que además de ser un ahorro de costes importante, reduce la carga contaminante que llega a las masas de agua.
Castilla y León Económica