Juan Vicente Herrera, presidente de la Junta de Castilla y León, visitó este viernes las nuevas instalaciones de la Denominación de Origen (DO) Toro, donde destacó “el buen momento que viven los vinos acogidos a esta DO”, que este año celebra su trigésimo aniversario, así como el conjunto del sector vitivinícola. Así, el Gobierno autonómico aprobó la Orden por la que se autoriza el uso parcial de las instalaciones del Centro de Formación Agraria de Toro como sede del Consejo Regulador de la DO Toro.
La cesión permitirá a esta figura de calidad utilizar las aulas, los despachos, la sala de catas y la biblioteca existentes en el edificio. El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Toro podrá disfrutar de este espacio por un período de 4 años, prorrogables por igual plazo, y se compromete a asumir los gastos de uso, conservación y mantenimiento que genere el inmueble. Por su parte, la Consejería de Agricultura y Ganadería podrá seguir utilizando el Centro de Formación Agraria de Toro para impartir formación no reglada como se ha realizado hasta ahora.
Desde que esta DO fue reconocida oficialmente en el año 1987 por el entonces Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a lo largo de estas tres décadas “ha experimentado un crecimiento muy importante tanto en número de bodegas como en volumen comercializado, que la ha situado en los primeros lugares entre las denominaciones de origen de España, especialmente reconocida por la calidad de sus vinos tintos”, según destacan desde el Gobierno regional .
La zona amparada por la DO aglutina a 12 municipios de Zamora y 3 de Valladolid, con 5.555 hectáreas de viñedo inscrito, 1.050 viticultores y 63 bodegas (32 de ellas autorizadas en Tierra de Sabor). En 2016 se comercializaron 78.000 hl, por valor de 35,1 millones de euros, lo que supone más del 2,3 %. En 2017 se han vendimiado 15,7 millones de kilos de uva.
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