Iniciar un proyecto empresarial en los albores de la peor crisis económica de la historia reciente de España tiene mucho mérito. Tal vez por eso los 3 amigos que decidieron poner en marcha una bodega a finales de 2007 y lanzar su primer vino en 2008 pusieron como nombre al proyecto 3 Ases.
Rubén San Miguel, gerente, economista e impulsor del proyecto, Ángel Rodríguez, técnico del viñedo, y César Arranz, enólogo, poseen una amplia experiencia a pesar de su juventud. 3 Ases es una pequeña empresa que elabora vinos exclusivamente con la uva de la variedad tempranillo procedente de sus 27 hectáreas de viñedos propios.
La empresa dio sus primeros pasos en unas instalaciones alquiladas y desde principios de 2013 cuenta con bodega propia en Quintanilla de Arriba (Valladolid) en la denominada Milla de Oro de la Ribera del Duero, tras una inversión de 600.000 euros, que posee una superficie con 700 metros cuadrados.
Calidad
3 Ases elabora 2 tipos de vino con el nombre de la bodega: roble y crianza. El primero con 6 meses de barrica y el segundo con 14, siempre de roble francés. “Buscamos la calidad desde el viñedo, que es propio de los grandes vinos; y el cuidado exquisito de las labores que se hacen en la viña, desde la poda hasta la vendimia a mano. En bodega, al tratarse de pequeñas producciones, mimamos también cada una de las elaboraciones, lo que nos permite obtener vinos de gran calidad”, señala Arranz.
En el presente año la producción de la bodega alcanzará las 50.000 botellas, más del doble que las elaboradas en la campaña precedente. También en 2014 incrementará un 10% la exportación de sus tintos, hasta situarse en el 70% del total. Los principales mercados a los que se destinan son China, Suiza, Alemania y Gran Bretaña.
Enoturismo
El enólogo señala que entre los proyectos de la empresa vallisoletana se encuentra un plan de enoturismo, “que aglutina no sólo la visita a bodega y viñedos, sino la explicación de todo el proceso, desde la poda de la vid hasta la cata. Queremos potenciar estas acciones con las casas rurales del entorno, así como la realización de rutas en canoa por el Duero con una empresa de Quintanilla de Arriba; y en bicicleta, por la Senda del Duero (GR-14), que pasa justo por delante de nuestra bodega y permite disfrutar de unas espléndidas vistas y conecta con el yacimiento vacceo de Pintia, situado a sólo cuatro kilómetros”.
Respecto al momento que atraviesa la viticultura, Arranz se muestra tajante al afirmar que las denominaciones de origen de Castilla y León “se tienen que adaptar a los tiempos y actualizarse y deben tener muy en cuenta la alarmante disminución en el consumo de vino en nuestro país. Deben potenciar el consumo, siempre moderado, de productos de nuestra tierra, que fija población, genera recursos y dinamiza la economía”.
A pesar de su corta trayectoria, la bodega ya ha obtenido varios reconocimientos en certámenes como los Zarcillo (Zarcillo de Plata para 3 Ases crianza en 2013); varias medallas en las ediciones de 2014 y 2013 de International Guide; y un Tempranillo de Plata a 3 Ases roble el pasado año.