Un mes, 2 meses, 3 meses… y los debates políticos sobre los temas de valor añadido se hacen desear. Desde el mundo empresarial se echa en falta que en la agenda política española se hable de lo relevante, de aquellas propuestas (o al menos ideas) que puedan contribuir a la creación de riqueza y empleo, que es lo que verdaderamente importa. Mientras tanto, todo lo contrario. Gobierno y partidos políticos descansan bajo el cómodo dime y direte del yo no he sido o el tú más, para regocijo de los medios de comunicación y tertulianos.
¿Cuándo escucharemos propuestas de calado económico sobre la política industrial o la estrategia de empleo para los jóvenes o sobre la necesidad de cambio de la Administración Pública o el pacto sobre energía para la competitividad o de la reforma seria del sistema educativo?
Desde la sociedad civil, algunas organizaciones seguiremos persistiendo en poner encima de la mesa aquellos asuntos que consideramos importantes y urgentes dirigidos a que nuestras empresas, trabajadores y ciudadanos adquieran la mejor situación posible para afrontar sus retos de crecimiento desde las mejores condiciones posibles.
Quiero aprovechar esta oportunidad que me brinda la tribuna de Castilla y León Económica para rogar, pedir, exigir a aquellos que tienen responsabilidad política, que afronten sus decisiones desde el largo plazo y no desde la pírrica visión de los cada vez más frecuentes calendarios electorales.
Plagiar está mal, muy mal. Pero cuando estos debates se alargan en el tiempo, seguramente el efecto sea aún peor al olvidarnos de lo que de verdad importa: la mejora de las condiciones de vida de todos los ciudadanos y de las empresas.
Llevado al mundo empresarial, cuando los directivos se alejan del plan estratégico, los accionistas siempre reclaman orden. Pues lo mismo debemos hacer los accionistas de España y de las comunidades autónomas con aquellos directivos políticos a los que les hemos encomendado la tarea de que trabajen para obtener el máximo valor a la empresa para la que trabajan. Orden en las prioridades.