Honestidad y rentabilidad. Así define César Losada, CEO de KüchenHouse, el modelo de negocio de la compañía de cocinas alemanas con sede en Valladolid que, en contra de lo que pueda parecer a primera vista, va mucho más allá de una simple franquiciadora o una central de compras. Se trata de un modelo llave en mano en el que la marca se involucra en todo el proceso y ha construido valor alrededor de ese concepto para ofrecer servicios y soluciones integrales.
Y es ahí, en el ámbito de los servicios, donde la compañía se hace fuerte y diferencial: ofrece desde la búsqueda del local adecuado, formación al profesional, análisis de mercado y de la cuenta de explotación, elaboración de un plan de negocio, búsqueda y formación de vendedores, escuela de formación de montadores, gestión de pedidos e incluso diseño de acciones de marketing. Todo, absolutamente todo, para que el inversor -porque Losada hace mucho hincapié en que lo que buscan no son empresarios, sino inversores- “sólo tenga que disfrutar de la marca que le hace ganar dinero”. No en vano, asegura que el retorno de la inversión está entre 1 año y medio y 2 años. “Nos encargamos de todo porque sabemos que así va a funcionar mejor”, dice.
El empresario vallisoletano enfatiza: “Nosotros sólo ganamos si nuestros estudios de cocinas ganan. Nuestra filosofía siempre ha sido ayudar al inversor en lo que necesite para que su negocio sea rentable. Es una especie de contrato a éxito. Todo nuestro trabajo se resume en el servicio y la rentabilidad”.
Otra idea que traslada el emprendedor en su discurso es que su nicho de inversor está fuera del sector. “Lo que queremos es potenciar una diversificación de la inversión para que si vienen mal dadas no estén todos los huevos en la misma cesta”. Allá por 2011, Losada internacionalizó su negocio con su desembarco en Portugal y Latinoamérica, donde sigue implantado, si bien se trata de tiendas asociadas de marca propia.
Cocinas en la ‘nube’
Losada es informático de formación y ha trasladado sus conocimientos al modelo de negocio KüchenHouse. De hecho, su modelo 4D, en el que el cliente ve y siente su cocina con unas gafas de realidad virtual como si estuviera dentro de ella, es un diseño propio de la marca.
KüchenHouse cuenta en la actualidad con una veintena de tiendas en España y está presente en la práctica totalidad de las principales ciudades de nuestro país. Losada explica que en estos momentos se está cimentando la segunda fase, que comprende la expansión a casi todas las capitales de provincia españolas. “No tenemos urgencias de apertura en la actualidad, porque cada nueva tienda nos absorbe una ingente cantidad de recursos humanos”. Su última apertura, en su tierra, Valladolid, ha sido un éxito, con más de 70 pedidos en apenas 2 semanas. Y Cantabria también está en el punto de mira.
En el mundo empresarial hay una máxima que se escucha habitualmente, pero que no siempre hay posibilidad de contrastar: las grandes crisis son la coyuntura idónea para las mayores oportunidades. El caso de KüchenHouse es claro exponente de ello, pero en este caso con datos. En sus más de 15 años de historia le ha tocado vivir la crisis financiera del 2008, que además coincidió con la constitución y primeros pasos de la compañía; y la pandemia de 2020 que nos tuvo a todos los españoles encerrados en casa, pero que para KüchenHouse supuso un 40% de crecimiento. Pero es que además el Covid ha cambiado la forma en que los ciudadanos vemos nuestros hogares, como explica Losada: “tras la pandemia, la gente quiere gastar dinero en su casa y disfrutar más de su hogar”.
Más información en el número de abril de la revista Castilla y León Económica