Por Santiago de Garnica
Sir James Arthur Ratcliffe, Jim para los amigos y dueño del gigante petroquímico Ineos (26.000 empleados, 194 fábricas en 29 países), es de esas pocas personas que lo que charla para cambiar el mundo tomando una copa con los amigos, se puede hacer realidad. Y en un pub llamado Grenadier lamentaron la desaparición del venerable Defender de Land Rover. Así comenzó esta aventura a finales de 2015.
Los principios eran muy claros: hacer un 4×4 eficiente y pragmático, sin exceso de electrónica, con un chasis de largueros para ser duradero y fácil de reparar. Como el automóvil no forma parte de la cartera de negocios de Ineos, la marca recién creada recurrió a la austriaca Magna Steyr (autora de modelos como la Clase G de Mercedes), para ayudar a desarrollar el Grenadier. Sin embargo, es en Francia en la antigua fábrica Smart comprada a Mercedes donde la producción comenzará el próximo mes de julio.
130 prototipos
Pero mientras, hemos podido subirnos a uno de los 130 prototipos que ruedan haciendo cientos de miles de kilómetros antes de arrancar la producción en serie. De entrada, impone con sus 4,97 metros de largo, 1,93 metros de ancho sin los espejos y 2,03 metros de alto. Su apariencia es rústica pero no se trata de nostalgia, es un diseño pensado en la función. Hasta el último detalle su carrocería está concebida para ser práctica. En el interior, hay botones reales y un planteamiento en el que se mezcla lo náutico -en la instrumentación y mandos del salpicadero- con la inspiración en la aviación (botones en el techo) para las funciones 4×4.
Para la propulsión, se recurre a BMW, que proporciona las mecánicas 6 cilindros de 3 litros, una de gasolina (285 CV y 450 Nm de par) y otro diésel (249 CV y 550 Nm de par), así como las transmisiones automáticas ZF que lo acompañan.
Bueno para atravesar los terrenos más difíciles
El 4×4 inglés no sólo es bueno para atravesar los terrenos más difíciles. La efectividad de las suspensiones de esta variante inacabada también tranquiliza en las pistas de prueba representativas de las carreteras normales por su equilibrio, con movimientos de carrocería bastante bien contenidos. Y una comodidad no soñada por el antiguo Defender, aunque sus suspensiones convencionales no filtran todos los defectos.
El Ineos Grenadier puede seducir a particulares amantes del campo, de la vida al aire libre, que quieran un verdadero todoterreno para ir a cualquier sitio por autopista, el desierto o la selva; o que necesiten tirar de un remolque de caballos o de una fuera a borda. En definitiva, Ineos hace realidad el sueño de quienes añoraban las sensaciones de un auténtico puro y duro todoterreno.
Más información en el número de la revista de abril de Castilla y León Económica
