La empresa vallisoletana Industrias José Luis Blanco, con una trayectoria de 65 años en la fabricación de maquinaria para churrerías, alcanzó en 2022 un facturación de 2,92 millones de euros, un 11% más que el año anterior y un aumento similar al previsto para el presente ejercicio, en el que “aunque la crisis de suministro de materias primas sigue afectando al sector, esperamos recuperar el ritmo de crecimiento prepandemia”, explica María Belén Blanco de la Cruz, CEO de la compañía y segunda generación de esta empresa familiar que ha apostado de manera firme por los mercados internacionales, que actualmente representan el 65% de las ventas, procedentes de 110 países.
En 2023, Industrias José Luis Blanco aborda un proyecto de ampliación de sus instalaciones, que duplicarán su superficie hasta superar los 3.500 metros cuadrados. La nueva sede contará con una amplia zona de exposición y la habilitación de un área de almacén, que se destinará principalmente a una de las líneas de negocio de la empresa, la venta de consumibles de churrería.
Eficiencia productiva
La innovación forma parte de la empresa desde su fundación y, en la actualidad, desarrolla proyectos con centros universitarios de la región. Asimismo, Industrias José Luis Blanco implantó en 2022 un sistema de eficiencia productiva basado en el modelo Lean Manufacturing y trabajó en el diseño de una churrera con pantalla táctil con conectividad que permite el acceso en remoto para su revisión y actualización y está equipada con distintas recetas y formatos de churros, que se pueden seleccionar en una pantalla táctil.
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