Iberaval ha logrado reducir en un 41% su huella de carbono por cada 1.000 socios desde 2018, posicionándose como un referente en sostenibilidad dentro del sector financiero. Este logro forma parte de un ambicioso plan de descarbonización diseñado para minimizar el impacto ambiental de sus operaciones, según refleja el Informe de Huella de Carbono 2023.
En ese ejercicio, cuyo estudio se ha conocido recientemente, las emisiones totales de la SGR se redujeron a 174,14 toneladas de dióxido de carbono (CO2) equivalente, lo que representa una disminución significativa respecto a años anteriores. Este resultado responde a la adopción de estrategias sostenibles, entre ellas la incorporación de energía de origen 100% renovable y la mejora de la eficiencia energética en sus oficinas, 15 en la actualidad, en Castilla y León, La Rioja, Madrid y Galicia. Estas iniciativas están alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el compromiso global de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C.
Avances
Entre los logros que ha cosechado Iberaval en estos últimos años se encuentran la reducción de emisiones en todas las áreas que se miden. En el caso del alcance 1 (esto es, emisiones directas), se logró una caída del 25% gracias a la optimización de la flota vehicular. En el alcance 2 (emisiones indirectas por electricidad), el uso de energía renovable disminuyó estas emisiones en un 28%. Por otra parte, se ha actuado en la movilidad sostenible. Los desplazamientos diarios de los empleados (alcance 3) representaron un 24% de las emisiones totales. Para mitigarlas, se han impulsado medidas como la promoción del transporte público -algo a lo que también han ayudado soluciones como el abaratamiento del coste impulsado por las diferentes administraciones- y la planificación de movilidad corporativa.
Igualmente, Iberaval ha implementado un Plan de acción correctiva. De hecho, la SGR se ha propuesto una reducción adicional del 10% en sus emisiones para 2025, con medidas como la instalación de paneles solares y la mejora de la envolvente térmica en oficinas.
Según Cristina Cordero, directora de Talento y Personas de Iberaval y responsable de la Responsabilidad Social Corporativa de la compañía, “el esfuerzo en este sentido se ha convertido en algo estratégico, no sólo en nuestro día a día, sino también en la acción financiadora que lleva a cabo la entidad”. En este sentido, financió durante 2024 más de 20 millones de euros en proyectos con la etiqueta de sostenibilidad, y éste se ha convertido en un requisito más para la obtención de mejores condiciones en el acceso al crédito.
El informe de emisiones de Iberaval ha sido validado por una tercera parte independiente, la empresa palentina Omawa, que asegura su rigor y alineación con los estándares internacionales del GHG Protocol. Iberaval mantiene un registro público de su evolución en el Registro Nacional de Huella de Carbono, que expide el Ministerio para la Transformación Ecológica y el Reto Demográfico, y que refuerza su compromiso con la transparencia.
Objetivo: neutralidad
Iberaval también trabaja en compensar esas emisiones de CO2 mediante programas de restauración ambiental y economía circular. Este enfoque integral garantiza que el progreso hacia la neutralidad climática no comprometa la calidad de sus servicios. Con más de 39.000 socios y un crecimiento sostenido en su actividad durante la última década, la sociedad de garantía de origen castellano y leonés demuestra que sostenibilidad y competitividad pueden ir de la mano.
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