“Especialmente activo”. Así puede definirse el inicio del año en Iberaval, que en los 4 primeros meses de 2016 formalizó operaciones por un valor superior a los 64 millones de euros, mejorando las previsiones iniciales de la sociedad de garantía de Castilla y León, que habían fijado como objetivo un avance del 25%.
Ese importe total se articuló a través de 1.049 operaciones, un 9% más que en el primer cuatrimestre del pasado ejercicio.
Igualmente, mejoró el riesgo vivo, es decir, el montante económico aportado a través de créditos que sigue pendiente de devolución, con un crecimiento del 2,5%, al pasarse de 570 a 583,7 millones de euros al cierre de abril. Un avance que demuestra la tendencia positiva que mantiene la sociedad.
Socios
En cuanto al número de socios, al finalizar el mes de abril pasado, se contabilizaban 23.535, es decir, 351 más que al concluir 2015. La sociedad de garantía presidida por José Rolando Álvarez sigue siendo la que mayor masa social acumula en España, doblando las cifras que baraja la segunda sociedad más potente en este apartado.
El perfil de empresas beneficiarias de la financiación facilitada por Iberaval ha sido fundamentalmente el de las microempresas, con 6 de cada 10 operaciones. A continuación, se sitúan las pequeñas empresas, en el 32,6% de los casos, y, por último, las grandes empresas, que han copado el 6,3% restante.
Sectores
Por sectores, nuevamente han sido los servicios los principales demandantes del respaldo financiero de Iberaval, en un 32% de las operaciones. Por su parte, la operativa de la SGR de Castilla y León trasluce la recuperación de un área económica clave, como es el de la construcción, que ha representado hasta marzo el 21% de los avales aprobados. El tercer ámbito más activo ha sido el del comercio, con el 18% de las operaciones.
La industria ha copado el 13% de los avales, mientras que el transporte ha supuesto el 7 por ciento. Por último, hostelería y turismo y sector primario han significado el 5% y el 4% del total, respectivamente.
En cuanto a los expedientes de tipo financiero cerrados en las oficinas de Iberaval -presente en las 9 capitales de provincia y en Ponferrada, así como en La Rioja, Madrid y Vigo- presentan un valor medio de 105.000 euros, a devolver en 6 años.
El destino de los fondos solicitados, a partir de préstamos o créditos, se sitúa en un 56% en operaciones de circulante -fundamentalmente necesidades de tesorería-, frente al 44% para iniciativas ligadas con la inversión.
Escenario
Ese escenario, a juicio de José Rolando Álvarez, presidente de Iberaval, muestra ese “entorno económico favorable, pero más volátil“, tras lo que apuntó que persisten en la actualidad “amenazas latentes como la tasa de paro, la deuda y los déficits públicos”.
Pese a ello, Iberaval, que celebró este jueves en Burgos su Junta General para dar luz verde a las cuentas del pasado año, se marcó como reto superar los 200 millones de euros en expedientes de avales financieros y técnicos a lo largo de 2016, así como aumentar su riesgo vivo hasta los 600 millones de euros.
Durante su intervención ante los asistentes a la Junta General de Socios, Álvarez defendió la necesidad de “ser útiles para las pymes y emprendedores”. Asimismo, recalcó: “éste es un buen momento para invertir”, tras lo que ha animado a empresarios y autónomos a “aprovechar los excelentes costes de financiación que hay en este momento, operativos pese a la incertidumbre que se genera en el ámbito político”.
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