Puede ser el primer eléctrico que se compre más por su aspecto que por su sistema de propulsión. El diseño recuerda al Hyundai Pony diseñado por Giugiaro. Y por el tamaño, con 4,63 metros de longitud es 13 centímetros más largo que un Hyundai Tucson o un Volkswagen Tiguan. También es ancho y alto (1,89 y 1,60 m, respectivamente), y la distancia entre ejes (3 metros) es gigantesca, como un Mercedes Clase S. Decíamos que ahora se puede comprar un automóvil a batería por su apariencia, no porque sea eléctrico. Me dirán que esto ocurre con el Audi e-tron GT y el Porsche Taycan. Pero el Ioniq 5 es más barato (desde 43.620 euros hasta 59.020 euros).
En cuanto a recarga y gestión energética, el Hyundai va por delante. Esto no cambia el caso, por supuesto, del interés del todo eléctrico en largas distancias, aún discutible, pero ése es otro debate. Tiene un sistema eléctrico de 800 voltios, con la ventaja de permitir una potencia de recarga en corriente continua muy alta (hasta 220 kW) que supone pasar de 10% al 80% en 18 minutos, con la batería de 73 kWh. Con un cargador super rápido de 350 kW de corriente continua, la batería de 800 voltios es capaz de pasar del 10% al 80% de carga en sólo 18 minutos.
Tengamos en cuenta también que el Ioniq 5 está disponible en 2 niveles de batería. La de 58 kWh ya permite una autonomía anunciada a 384 km (WLTP) y un correcto rendimiento (8,5 segundos de 0 a 100 km/h) a pesar de una potencia relativamente modesta: 170 CV y 350 Nm. de par motor. En la variante de batería de 73 kWh se ofrece en 2 configuraciones: en propulsión única, con 218 CV, el crono requiere un segundo completo menos y la autonomía son 481 kms: es el mejor compromiso de la gama.
4 ruedas motrices
Y luego está la versión AWD, o 4 ruedas motrices, con 2 motores: 306 CV y el rendimiento es casi deportivo: 5,2 segundos de 0 a 100 km/h. Pero la autonomía baja a 430 km anunciados, incluso 30 menos con las llantas de 21 pulgadas.
El diseño interior recuerda a los actuales de Mercedes, con la pantalla dual suspendida. El ambiente es minimalista, refinado y el espacio gigantesco. Delante el suelo es plano e inmenso y detrás, aunque sus hijos aspiren a suceder a los Gasol, no hay ningún problema para sus piernas.
El Ioniq 5, por otro lado, ofrece algunas cualidades dinámicas interesantes, sin olvidar sus cerca de 2 toneladas de peso. Pero la sensación de la carretera es razonablemente nítida y tranquilizadora. Al aumentar el ritmo, la flexibilidad de las suspensiones invita a retornar a una conducción familiar. Y si nunca falta realmente la tracción, los neumáticos gritan rápidamente hasta sus límites tan pronto como el revestimiento se deteriora. Pero, en resumen, un notable en comodidad y filtración.
Santiago de Garnica