Hace ahora 40 años que Félix Moracho, actual consejero delegado de Huercasa, se embarcó con su suegro y su cuñado en un proyecto empresarial familiar en Sanchonuño (Segovia), que inicialmente comprendía el cultivo y comercialización de endibia. Se trataba de un producto muy delicado, que dio muchos dolores de cabeza a los propietarios y a sus trabajadores en esa etapa inicial, pero que sentó las bases del conocimiento para todo lo que vendría después.
“Aquella experiencia supuso una verdadera universidad para nosotros”, rememora Moracho. Con talante pionero y emprendedor desde sus inicios, pocos años después, en 1982, Huercasa comienza la producción de remolacha roja cocida y envasada al vacío. Es el primer alimento vegetal de 5ª gama que se produce en España, una técnica que en poco tiempo se convertiría en la espina dorsal del negocio.
La firma segoviana se dedica a la elaboración y comercialización de productos vegetales de 5ª gama, ya listos para tomar directamente o con una sencilla elaboración en casa. Con las propiedades del producto fresco, pero mayor vida útil.
Poco a poco, la empresa amplía su gama de productos, primero con el maíz dulce en mazorca, que en la actualidad es su referencia estrella, junto a la remolacha, y luego incorpora patata, legumbres y otros vegetales.
A partir de los primeros años del siglo XXI, Huercasa empieza a mirar al exterior y se convierte en una compañía netamente exportadora.
Mercados exteriores
No en vano, en la actualidad en torno al 80% de su cifra de negocio, que en 2019 alcanzó los 42 millones de euros, procede del mercado internacional. Trabaja en más de 40 países, prácticamente en toda Europa, y en otros como EE UU, Rusia o Israel. “Estamos creciendo en los países más complejos, ganando clientes y consolidando posición”, asevera Moracho.
En el período más reciente, Huercasa se refuerza con la ampliación de sus instalaciones de Sanchonuño, la apertura de un centro logístico en San Miguel del Arroyo (Valladolid) y un centro de innovación en Valsaín (Segovia), así como con la puesta en marcha de una planta de producción en Rumanía y una filial comercial en EE UU.
La compañía cuenta con una plantilla fija de unas 150 personas, que se amplía de manera muy notable durante las campañas agrícolas, con la llegada del producto del campo a fábrica.
Valores
Moracho detalla que, dentro de su filosofía, Huercasa “tiene un sólido modelo de valores y principios, transversal en toda la empresa y que guía nuestra actuación diaria. Huercasa se rige por una serie de valores que constituyen la base del comportamiento de la organización y de todos sus integrantes. Nuestro objetivo es ofrecer productos vegetales de calidad y a un precio asequible a la población, manteniendo y defendiendo valores como la defensa de la vida sana (alimentación saludable, ejercicio, descanso y bienestar emocional), el respeto a las personas, el medio ambiente y los animales; la solidaridad; y la sostenibilidad económica, social y medioambiental. Además, somos innovadores y pioneros desde el nacimiento de la compañía”.
Plan estratégico
El alma mater de la empresa detalla el plan estratégico de la compañía: “crecer de manera organizada, razonable, en los mercados en los que ya estamos y con los clientes que ya trabajamos, además de conseguir nuevos clientes. En definitiva, reforzar nuestra posición en el mercado internacional. Otro objetivo importante es mejorar la rentabilidad de la empresa para depender de nosotros mismos y no tener un endeudamiento excesivo al abordar procesos de automatización y digitalización, y mejorar para crecer en volumen de producción. También nos marcamos una apuesta decisiva por el bio y la sostenibilidad. Queremos crecer en bio a ritmo fuerte, con la idea de llegar a hacer el 50% de la producción en bio en cinco años, facilitando el tránsito a los agricultores a estos cultivos, animándoles y dándoles apoyo. Este aspecto va muy ligado a los temas de sostenibilidad, que intentamos cuidar en todos los aspectos, desde el ahorro de agua y energía al mayor aprovechamiento de materia prima o la gestión de residuos”.
¿Y las claves diferenciales frente a los competidores? Moracho destaca la especialización: “estamos muy especializados en toda la cadena de suministro, lo que nos permite contar con materia prima de calidad todo el año. También estamos muy especializados en procesos, desde el campo a la comercialización, con mejoras constantes. Además, tenemos la capacidad y las instalaciones para dar respuesta a requerimientos de los grandes clientes durante todo el año y en cualquier momento”.
Más información en el número de octubre de Castilla y León Económica
