Hotel Cala Grande, un lugar para desconectar en el Parque Natural del Cabo de Gata

El establecimiento se ubica a 100 metros de la playa de Las Negras
Exterior del Hotel Cala Grande, en el pequeño y tranquilo pueblo de Las Negras.
Exterior del Hotel Cala Grande, en el pequeño y tranquilo pueblo de Las Negras (Almería).

En un paraíso desértico que se funde con el Mediterráneo deslumbrante y cálido se esconde el Hotel Cala Grande, ideal para desconectar en pleno corazón del Parque Natural del Cabo de Gata.

Cuando uno ha estado en Grecia, piensa que no puede haber una luz tan especial como ésa en ninguna otra parte del mundo. Pero en el Cabo de Gata almeriense ese mismo chorro lechoso y deslumbrante te despierta cada amanecer. El sol permanece naranja unos instantes, difuminando la unión entre mar y cielo para inundar de brillo las paredes de blanco impoluto de las habitaciones del Hotel Cala Grande (Las Negras, Almería).

Líneas rectas de estilo minimalista decoran una estancia amplia con vistas al mar. La terraza de la única suite posee además un jacuzzi para disfrutar con la maravillosa panorámica. El hotel cuenta con zonas comunes espaciosas y luminosas, un amplio hall, acogedor salón con chimenea colgante y coqueto restaurante con patio exterior, donde también se sirven los desayunos, con amplia variedad de zumos naturales, fruta de temporada, fiambre, panes, bollería y platos calientes.

4 estrellas

Con categoría de cuatro estrellas y a 100 metros de la playa de Las Negras, también posee un pequeño gimnasio y una preciosa zona de piscina con 2 áreas de agua, una de ellas a modo de jacuzzi, además de un bar estilo chill out para tomar un cóctel o una comida ligera. Otro aliciente más es el spa, con un espacio para realizar un circuito bastante completo y otro para las cabinas de los tratamientos donde se utilizan aceites y cremas naturales de Alqvimia, para los peeling y masajes. Muy recomendable el denominado Reina de Egipto.

El emplazamiento es ideal para practicar deportes acuáticos como el buceo, por la riqueza de las aguas marinas, pero simplemente con recorrer las numerosas y en muchos casos casi vírgenes calas de este delicado paraíso ya se consigue el objetivo de mimetizarse con el paisaje y dejarse llevar.

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